Sin embargo, las amenazas de quitarnos las horas de Inglés porque no cierran los “números” en el Gobierno o porque “suponen” los supervisores o inspectores que los docentes de esta escuela hacen “papelones” (palabras textuales de una supervisora), o que trabajan poco o que les quitan horas de Lengua o Matemática a los alumnos, oscurecen todo esto.
 
¿Por qué si piensan realmente así, tenemos una demanda de inscripción tan alta en nuestras aulas (37 alumnos por aula y cuya capacidad real es para 25) incluyendo a algunos “recomendados” por la propia supervisión?
 
Los muy buenos resultados obtenidos en evaluaciones del Gobierno a fin de año avalan lo que exponemos. Nuestros alumnos salen muy bien preparados para la vida, con una educación integral y gratuita incluido el idioma inglés. Nuestra escuela es un orgullo para quienes trabajamos y convivimos en ella.
 
Como es de costumbre, la ética, el saber escuchar, el querer superarse son un faltante más del sistema político educativo que hoy nos rige. Sería bueno que alguna vez se tomaran los mejores ejemplos y se aplicaran con los demás y no cercenar posibilidades de desarrollo construidos con esfuerzo.
 
¿Por qué no abrir cargos de Inglés para todas las escuelas primarias en lugar de quitárnosla a nosotros porque “nadie” tiene?
 
¡No queremos vivir más en el mundo de Robin Hood! Por favor, señoras supervisoras, no mientan más con eso de “nosotros somos las especialistas”, “nosotros sólo pensamos en los alumnos”, “los maestros de esta escuela trabajan muy duro” porque, en tanto, les están quitando el derecho a los niños de disfrutar de una educación integral y pública.
 
La escuela Normal funcionó siempre dentro de un proyecto y saben perfectamente con la excelencia que funcionó. Por esto y por mucho más, como integrantes de esta comunidad educativa, estamos desilusionados.
Alejandra Sanghi, DNI 17.946.863 y 19 firmas más
 
Maestras versus autoridades
 
¿La señora Emma Cunietti cree que empezando las clases en febrero mejoramos el sistema o tal vez los niños aprendan más? Ya que empezamos el 27 de febrero podríamos aprovechar el tiempo y no perderlo con talleres y actividades absurdas y obvias como las que se propone en el material sobre el que estamos trabajando los docentes.
 
Los temas a tratar en esa semana de clases son: educación vial, prevención de accidentes, cómo actuar ante una catástrofe, primeros auxilios; los cuales están en los contenidos curriculares. ¿También será responsabilidad de los docentes los 56 muertos en la ruta? Cada vez más debemos hacernos cargo de responsabilidades que no nos tocan.
 
¿O nos hemos olvidado el papel de la familia como primera célula de la sociedad? ¿No son los padres los primeros educadores que deben inculcar valores?
 
Parece ser que la señora directora de la Dirección General de Escuelas estuviera en contra de la tarea docente. ¿No sería más productivo que todos formáramos un gran equipo de trabajo guiado por la coherencia y el sentido común? Somos perseverantes en la tarea educativa porque realmente tenemos vocación docente y nos consideramos profesionales de la educación; pero estamos cansados de tanta desvalorización social.
Beatriz Selia, DNI 16.640.483 y 19 firmas más
 
Padres versus gremialistas
 
Con todo respeto me dirijo a la señora secretaria de prensa del SUTE para informarle que tuve la oportunidad de leer en este prestigioso diario el jueves 23 del corriente que el SUTE no comenzaría las clases los días previstos al inicio de las mismas.
 
Según argumentan ustedes, lo que ocurre es que no se ha llegado a un acuerdo con el Gobierno sobre salarios docentes.
 
Me parece correcto que se luche por un salario digno; lo que no me parece bien es lo que ustedes dicen en la nota y que transcribo textualmente: “Según la secretaria de prensa del SUTE, Marisa Navarta, 'los docentes estarán en estado deliberativo, irán a las escuelas para reflexionar sobre la situación con los alumnos y esperarán el 6 de marzo”.
 
Señora secretaria, yo le pido que se sincere con nosotros los padres, y nos diga que si no les van a dar clases a los chicos ¿para qué los hacen ir a los colegios? ¿Para reflexionar? Mis hijos reflexionan con nosotros, en casa, para ver cómo encaran el año lectivo presente. Si ustedes quieren reflexionar, pues háganlo, pero en soledad. No involucren a los estudiantes en esto.
 
Si quieren que los chicos los acompañen en esta cruzada, pues denme ustedes el dinero del transporte y el gasto de la ropa. ¿Para qué empiezan -es una forma de decir- las clases una semana antes? Si en realidad no la aprovechan los alumnos para su conocimiento intelectual.
 
Señora secretaria, para el año lectivo 2007, si piensan pedir otra vez aumento salarial, que me parece justo, le recuerdo que tienen el mes de enero y febrero para sentarse a discutir con el Gobierno.
Carlos Castro, DNI 13.8793.034
 
Cada sector en contra del resto
 
Desde hace algunos días, el gremio docente ha anunciado que no se iniciarán las clases en Mendoza porque el Gobierno no ha dado los aumentos solicitados. Los dirigentes gremiales aclaran también que el problema no es únicamente salarial y enumeran una serie de otros factores que, según ellos, justifican dejar nuevamente sin instrucción a nuestros niños y adolescentes.
 
Si cada sector social que cree tener un reclamo justo deja de prestar los servicios que debe al resto de la sociedad, se terminará de confirmar que nuestro país es lamentablemente un gran aguantadero en el que estamos, para bien o para mal, todos metidos.
 
Hoy cada sector social se siente con derecho a castigar a los otros en pos de sus reivindicaciones y ninguno parece estar dispuesto a adoptar actitudes solidarias en pos del bien común. Y, como siempre, la culpa de todos nuestros males la tienen los gobiernos de turno, así los hayamos elegido nosotros y aunque el pueblo “nunca se equivoca”. Así planteadas las cosas, nuestro futuro no podrá ser muy distinto a este incómodo presente.
 
Quizás hoy, con sus reclamos, puede ser que los docentes mejoren un poco sus ingresos, pero mañana ese aumento se esfumará cuando deban llevar a sus hijos a centros médicos privados por los paros del sector salud que tienen el mismo derecho que los maestros a dejar de prestar sus servicios porque también cobran poco.
 
Más adelante, muchos de nosotros quizás nos veremos privados de recibir justicia porque los empleados judiciales pueden hacer nuevos paros mientras los jueces quizás decidan pagar, con dineros públicos y no propios, los días no trabajados a ese gremio (como sucedió recientemente).
 
Mientras tanto, los jueces siguen presionando al Gobierno en pos de mejorar sus abultados ingresos sin importarles si para cobrarlos deben embargar cuentas públicas impidiendo que cobren los maestros, los policías o los médicos y enfermeros, que seguramente necesitarán mañana.
 
Por su parte muchos comerciantes siguen subiendo el precio de la carne aunque se hayan reducido las exportaciones por el brote de aftosa. Quienes pronosticaban que la aftosa haría descender los precios olvidaron que aquí todo parece funcionar al revés y no siempre por culpa de los gobiernos o de las potencias extranjeras, sino de nosotros mismos.
 
Ejemplos como los citados le están diciendo a nuestra juventud que cada uno de nosotros no tiene ninguna responsabilidad por nuestra suerte como sociedad y que la culpa de todas nuestras penurias es siempre de los que nos gobiernan. Y, nos guste o no, las cosas no son de esa forma.
 
Nosotros, los ciudadanos comunes, también somos parte importante del origen del problema y podemos, si queremos y nos decidimos, ser parte activa del cambio que necesitamos.
 
¿Nos decidiremos antes de que sea tarde?
Guillermo Ramón Gil, DNI 11.608.466