En 30 días, el Ejecutivo deberá firmar un convenio con algún organismo pertinente, como el Cricyt, la UTN (Universidad Tecnológica Nacional) o la UNCuyo.
La aparición de casos de cáncer y otras patologías, tales como afecciones respiratorias o renales, llamaron la atención de varios vecinos ya en agosto de 2004. En esa oportunidad hubo una denuncia, y a principios de este año, el reclamo llegó a la Presidencia de la Nación.
Ahora, el municipio intentará descubrir si existe algún contaminante que esté afectando la salud de los pobladores, especialmente de los que habitan sobre la ruta provincial Nº 20, entre Severo del Castillo y Mitre.
“La idea es hacer un estudio de agua, aire y tierra, para detectar si hay algún elemento que esté afectando la salud de los vecinos”, comentó el concejal Jesús Riesco, uno de los autores del proyecto.
El proyecto sería promulgado en cinco días. Después, el municipio deberá dar curso a la firma de los convenios con algún organismo, como la Universidad, la UTN o el Cricyt, “que cuentan con los equipos técnicos necesarios para realizar todo tipo de estudios ambientales”, agregó Riesco.
En un principio los vecinos apuntaron a transformadores de electricidad con PCB, pero luego se certificó que no contenían esa sustancia. Los temores giraron entonces a diferentes fábricas. / AB
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27 de noviembre de 2024