A nosotros, sus compañeros, colegas y alumnos, nos enorgullecen sus brillantes logros y algo nos conmueve profundamente: todos sus catálogos están encabezados por una sencilla frase que extrae de lo cotidiano: Eliana Molinelli nace y vive en Mendoza. Y punto seguido: Primer Maestro, Lorenzo Domínguez. En ese nacer y vivir hay un reconocimiento alborozado al disfrute de una existencia que comienza en un paisaje y una idiosincrasia peculiar -la mendocina-, abrigada por el cariño y sostenida por unos valores, que desde sus principios se esbozan como vigorosos. Como vigorosa es su obra docente, artística, humana.
Esta casa, su casa, la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo, sabe de su generosidad, de las horas consagradas a estimular valores nacientes en el apoyo incondicional a sus alumnos y en esas otras, las horas dedicadas a preservar ese legado de los maestros que transitaron y dejaron la huella indeleble de sus obras. Estas forman el acervo del Museo Universitario de Arte, proyecto largamente acariciado y por el cual sigue batallando, porque -además del valor intrínseco de las obras como capital simbólico- significa el reconocimiento a quienes contribuyeron a formar varias generaciones de artistas plásticos mendocinos.
Eliana Molinelli, cuya vida transcurre en un permanente hacer del que se impregnan obras privadas y públicas, registra la emotividad de su aventura creativa con el más simbólico de los procedimientos: la forja del hierro, demostrando la energía y potencia que alberga un frágil y femenino cuerpo. Es esta exposición un reconocimiento a esa su vitalidad sin tregua, a esa su calidad humana, a su incansable labor docente y artística. En suma, a una vida de ideales que no baja los brazos y sigue forjando sueños.
Lars Nilsson
Estas palabras fueron escritas y sentidas cuando Eliana vivía. Decidimos mantenerlas porque han adquirido una nueva significación. Son la explicitación de nuestro afecto y admiración, pero fundamentalmente del compromiso de continuar con sus sueños proyectados. "El alma ha de quemar, para que la mano pinte bien. Del corazón no ha de sacarse el fuego, y poner donde él un libro. El pensamiento dirige, escoge y aconseja; pero el arte viene, soberbio y asolador, de las regiones indómitas donde se siente" José Martí Primera muestra del Ciclo “Arte en el Sid”. Biblioteca Central - SID - UN de Cuyo.