Este año, por la Universidad Nacional de Cuyo han pasado 167 alumnos extranjeros, según un relevamiento hecho -en algunas Facultades- por la Secretaría de Relaciones Institucionales del Rectorado. El organismo no concentra números totales, ya que los datos los llevan cada una de las unidades académicas.
Según destacó a Los Andes el ex secretario de Relaciones Institucionales Gustavo Kent, la cifra podría rondar los 200 visitantes, igual que el año pasado, o incluso superarlos.
La UNCuyo actualmente ejecuta tres programas de intercambio recíproco con varias universidades del mundo. Los jóvenes llegan para tomar cursos regulares en diferentes carreras que, una vez aprobados, les son reconocidos en su país de origen.
La mayor cantidad de extranjeros proviene de Estados Unidos. Actualmente hay 76 bajo el programa COPA. También hay alumnos de Alemania, Francia y de países latinoamericanos, como México, Chile, Perú, Panamá y Colombia.
Las ramas más elegidas y que se ajustan mejor a los programas de otros países son Ciencias Políticas y Sociales, Artes y Medicina. Pero en este último semestre, algunos mexicanos llegaron a Ciencias Económicas, un fenómeno que no había sucedido anteriormente. Mientras que muchos franceses siguen fieles a los intercambios que desde hace ocho años se realizan con la Facultad de Ingeniería.
Las clases y el paro
Provienen de ciudades grandes y ruidosas. Por eso, a la hora de elegir no dudaron en pisar suelo mendocino. La provincia los atrajo por ser más pequeña y tranquila que Buenos Aires.
Cinco latinoamericanos y una francesa, que viven en una residencia en ciudad, coincidieron a la hora de describir la elección. Aunque algunos estuvieron buscando en diferentes zonas del país, les gustó Mendoza porque la consideran una ciudad cómoda, con buen clima, espacios verdes y económica.
“Quería venir a estudiar a Argentina, porque hay más reacción social ante los problemas que en Colombia. Allá lo ves sólo desde los libros, mientras que acá el acercamiento es en todo sentido, tanto teórico como práctico”, sostuvo, la colombiana Carolina Correa, estudiante de la Maestría en Planificación Social en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo.
Para los visitantes, las clases en Mendoza son más informales y participativas que en sus países. La relación entre alumnos y profesores es más directa. Aunque a la mexicana Diana Méndez le llamaron la atención las aulas numerosas: “Me impresionó que son 250 alumnos en un salón. En México, en una universidad del Estado, lo máximo son 50 personas. Allá todo gira en torno al alumno y aprendés en clases”, contó la estudiante de Ciencias Económicas.
Los chicos hace tres meses que están en la provincia y vivieron en carne propia los más de cuarenta días de paro que se realizaron en la UNCuyo.
Para no perder el cursado, estudiaron por cuenta propia. Incluso se buscaron otras actividades. Así hicieron las peruanas Yvy Gonzaga -que empezó a estudiar portugués- y Daniela Chaves -que consiguió unas pasantías en una biblioteca-. Las dos cursan materias en la Facultad de Educación Elemental y Especial.
“Hemos perdido muchas clases y sólo he cursado cuatro. Estamos tratando de recuperarlas presentando trabajos, así puedo rendir e irme con la materia aprobada”, contó Daniela.
De todas maneras, no todo giró alrededor de los libros. También aprovecharon los días libres para comer asado y dejarse seducir por el vino mendocino.
Oscar Cardoso, estudiante en la Facultad de Ciencias Económicas, recalcó que en Colombia no son los profesores, sino los alumnos, los que buscan mejorar la educación, pero de cualquier forma los paros nunca duran más de dos días.
Por su parte, Daniela Chaves agregó que en Perú tampoco han llegado a ser tan largas las protestas y que además los alumnos se involucran más en los temas educativos.
Entre el estudio y las salidas
Para los jóvenes extranjeros, la experiencia de intercambio va más allá de lo académico, ya que les sirve para crecer como personas y conocer otras culturas.
“En nuestros países dicen que los argentinos son egocéntricos, pero cuando vinimos a Mendoza nos encontramos con otro panorama, la gente es accesible y hospitalaria”, contaron los visitantes.
En los tres meses que llevan de intercambio han aprovechado para salir y conocer gente. Les asombra la música que pasan en los boliches y radios, y también la hora en que empieza la diversión nocturna.
Según ellos, se escucha mucho rock y muy poca salsa, merengue y música tropical. Además, los horarios son diferentes: “En Colombia comenzamos a tomar algo a las 8 hasta las 10 de la noche. Y si querés ir a bailar podés hacerlo desde las 22.30 hasta las 3 de la mañana. Después de eso todo está cerrado”, contó Carolina Correas de Colombia.
Pero no desperdician la oportunidad que tienen de conocer la idiosincrasia de otro país y mezclan el estudio con los boliches, los viajes a Villavicencio o San Rafael y las caminatas por el Parque.
“Lo más curioso es que hayan podido transformar una zona tan seca en algo verde, sólo a partir de la voluntad de todos los ciudadanos”, sostuvieron Yvy y la colombiana.
Detalle
Por la Facultad de Educación Elemental y Especial han pasado 10 alumnos. Por Medicina, 22; Agrarias, 10; Ingeniería, 19; y Ciencias Políticas, 15. Por su cuenta, la Secretaría de Relaciones Institucionales del Rectorado ha concretado 15 intercambios. Mientras que por el programa COPA han venido 76 norteamericanos.
Virginia Di Bari vdibari@losandes.com.ar
