Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

Los Andes: Hallaron restos intactos de un titanosaurio de 10 metros

Tal vez se cayó, se durmió o por alguna otra razón terminó tendido en el suelo. Sin signos aparentes de depredación, 71 millones de años después encontraron sus restos articulados en la zona norte de Neuquén. Los paleontólogos mendocinos y neuquinos que estudiaron el hallazgo descubrieron que los huesos pertenecían a un dinosaurio herbívoro, de la familia de los titanosaurios o “saurios titanes”, que fueron los animales terrestres más grandes de todos los tiempos.

26 de diciembre de 2005, 13:53.

Los restos hallados remiten a un ejemplar joven, que habría alcanzado 10 metros de largo y 12 toneladas de peso. Los investigadores se encontraron con la mitad posterior de un esqueleto articulado, que conservaba la posición del animal vivo, tal como murió hace millones de años.
Con estas características, el hallazgo cobra doble importancia; por un lado permitirá ampliar el conocimiento anatómico de los titanosaurios y, por otra parte, se podrá estudiar el hábitat en que vivió este dinosaurio y la causa de su muerte. “Lo extraordinario de esto es que los restos estaban articulados, como si el animal se hubiera caído o acostado y se hubiera quedado así, es decir, no había signos de depredación. Encontramos restos de un pie con todos sus dedos y garras en un estado excepcional de preservación. Además, hallamos la extremidad posterior completa, la cola, las costillas y parte de la cintura pélvica”, detalló Bernardo González Riga, geólogo, paleontólogo con orientación en dinosaurios y profesor de la UNCuyo.
El hallazgo se concretó en la zona norte de Neuquén, a unos 40 Km de Rincón de los Sauces (ver infografía), y fue efectuado por un equipo de la Universidad Nacional del Comahue. La extracción y traslado de los restos estuvieron a cargo de dos equipos de trabajo, uno mendocino y otro neuquino (ver aparte).
No se observaron restos ni de la cabeza ni del cuello del ejemplar, probablemente porque el agua los degradó a través del paso del tiempo. “Toda la provincia del Neuquén, parte del oeste de La Pampa y el sur de Mendoza constituyeron una gran depresión de la corteza terrestre, donde se depositaron sedimentos a lo largo de dos períodos: el Jurásico y el Cretácico. Esa depresión se llamó Cuenca Neuquina. Este dinosaurio se encontró allí, en una formación geológica que se llama Allen, que registra sedimentos lacustres y fluviales; la cabeza y el cuello estaban en el fondo de la cárcava y el agua seguramente los erosionó”, explicó González Riga.
 
Una gran familia
Los titanosaurios fueron los animales terrestres más grandes de todos los tiempos. Dominaron los ecosistemas de América del Sur durante gran parte del período Cretácico y, en general, habitaron en ambientes fluviales. En este grupo se incluyen Mendozasaurus, que vivió en el extremo sur de Mendoza, Saltasaurus, que ocupó el norte argentino, y Argentinosaurus, de la Patagonia.
Estos animales constituyeron un grupo muy diverso de herbívoros, de un tamaño medio-grande; un ejemplar mediano medía 10 m de largo y uno grande 35 m. “En este hallazgo hemos encontrado un ejemplar relativamente pequeño para ser de la familia de los titanosaurios, por eso pudimos resolver el trabajo en poco tiempo -relató el paleontólogo-. Si bien los estudios científicos recién están comenzando, podría tratarse de una especie nueva”.
Lo que sí se sabe es que se podrá ampliar el conocimiento sobre la estructura del pie de estos ejemplares. Según el investigador, la mayoría de los restos de los titanosaurios encontrados hasta el momento tenían las falanges aisladas, no se conocía exactamente cuántas tenían. “Hay sólo uno o dos titanosaurios en el mundo con pie completo. Ahora se suma éste y aporta nueva información de relevancia regional, nacional e incluso internacional”, enfatizó.
También se pudo ver que la pata delantera del animal no tenía dedos y que la trasera tenía tres garras, lo que hace presumir que las usaba para enterrar los huevos y para anclarse.
Ahora resta que se analicen los bloques que se extrajeron y que se guardaron en el Centro Paleontológico Lago Barreales, en Neuquén. La tarea no es menor; sólo los restos de la cola pesan 200 kg y miden 4 metros.
 
Patrimonio paleontológico
El hallazgo. Los restos fueron hallados por un equipo técnico de la Universidad Nacional del Comahue mientras realizaba trabajos de protección patrimonial, durante una exploración sísmica de la compañía petrolera Wintershall Energy. Respaldó el trabajo la Dirección de Patrimonio de esa provincia y, como lo establece una ley neuquina, la compañía petrolera cubrió el costo de los trabajos de campo.
El equipo. Las tareas de extracción y traslado de los restos estuvieron a cargo de dos equipos, uno mendocino y otro neuquino, que trabajan juntos desde hace una década. El primero fue dirigido por Bernardo González Riga, investigador del Conicet-Cricyt, y el segundo grupo fue liderado por Jorge Calvo y Juan Porfiri, ambos de la Universidad Nacional del Comahue.
 
Huesos articulados
Otra ventaja del hallazgo es que se va a poder estudiar el hábitat en que vivió este dinosaurio y la causa de su muerte. Para concretarlo, será necesario usar técnicas de investigación en sedimentología (estudio de las rocas y los ambientes) y tafonomía (estudio del sitio paleontológico).
Según explicó el paleontólogo González Riga, la comparación de los restos del nuevo hallazgo con Mendozasaurus y Rinconsaurus permitirá entender la diversidad ecológica de estos animales herbívoros que poblaron la región norte de la Cuenca Neuquina.
Paola Bruno - pbruno@losandes.com.ar 

Contenido relacionado