Es la temática que hoy desarrollará, junto con las coautoras del libro “Repensando el Gran Mendoza. Estrategias de desarrollo urbano”, en la Legislatura. Justo allí, en el escenario donde se debe dar a luz la Ley del Suelo, un conjunto de normas que le harían muy bien a la sociedad y que lleva una década de atraso.
La especialista, directora del Centro de Estrategias Territoriales para el Mercosur (Cetem) de la Facultad de Filosofía y Letras de la UN Cuyo, razonó sobre los procesos que animan el desarrollo del Gran Mendoza y cuáles son los elementos básicos para sustentar un desarrollo y un ordenamiento de ese territorio. Los estudios se vienen acumulando desde 1986, y la investigación para el libro fue financiada por la Secretaría de Ciencia . Técnica y Posgrado de la UNCuyo. De otra forma no se hubiera podido editar.
Nelly Gray explica primero que el “Gran Mendoza es una superficie tres veces mayor que la que se tenía en 1990 y que habitan un poco más de un millón de personas”. Y añade: “No es sólo el espacio edificado sino todo el espacio que está ocupado por actividades urbanas de carácter internacional, que responden al nuevo modelo económico y a su condición de ciudad abierta al mundo”.
-¿Por qué el ordenamiento urbano es tan importante para el Gran Mendoza?
-A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos 20 años sobre ese sistema urbano, hoy tenemos un nuevo escenario donde aparecen situaciones de desorden, contaminación, dificultades en el transporte, continuo desborde residencial sobre zonas agrícolas, loteos clandestinos y contaminación de aguas y suelos, para citar sólo algunas precariedades.
-¿Qué factores gravitaron para empeorar, a juicio de ustedes, la situación del Gran Mendoza?
-La ciudad se ha extendido sin que nos diéramos cuenta y ha triplicado su espacio funcional directo. El Gran Mendoza se convirtió en una metrópoli internacional al servicio del Mercosur por su posición estratégica dentro del Corredor Bioceánico central. Pero, la ciudad crece hacia un aparente progreso, con los defectos de siempre: desarticulación entre las políticas territoriales del Gobierno provincial, los municipios y los prestadores de servicios básicos. Falta una ley del uso del suelo y ni siquiera tenemos una norma de desarrollo urbano, que oriente el crecimiento de ese ámbito que llamamos Gran Mendoza (formado por seis departamentos y al que se debería agregar tres ciudades del Este: San Martín, La Colonia (Junín) y Rivadavia).
-¿Los municipios de ese ámbito qué hacen al respecto?
-El Gran Mendoza no es una sumatoria de municipios... es una sola ciudad y por lo tanto, sus problemas deben abordarse desde la integralidad de su funcionamiento y no en forma fragmentada. Difícilmente una Municipalidad pueda regular procesos como el impacto del transporte internacional, de la especulación del suelo, la tenencia de la tierra y el riesgo ambiental y tecnológico. En el libro señalamos que ya debe contarse con una agencia de estudios y proyectos al servicio de los municipios.
-¿Desde esa óptica, cómo ve la situación de Luján y Las Heras por los límites?
-Hay un conflicto, ciertamente. Los municipios compiten entre sí por los servicios o por tener acceso pleno a un sector determinado. Está demostrado internacionalmente que lo mejor es que los municipios tengan una actitud de colaboración entre ellos, hay que crear redes municipales y asociarse para emprendimientos comunes. Eso no quiere decir que una municipalidad va a perder identidad o capacidad desde el punto de vista político. En el Gran Mendoza, los problemas han superado totalmente la capacidad de una estructura municipal.
-¿Si no se atiende a todas estas advertencias que ustedes formulan, qué va a pasar?
-Los problemas van a seguir existiendo y se irán agudizando. Los costos sociales, ambientales y políticos serán muy grandes. Por otro lado, la Nación está comprometida en un proyecto de desarrollo y ordenamiento territorial del país, porque estos desequilibrios territoriales que tenemos son los que generan inequidad social, exclusión, dificultad para acceder a mercados de afuera, etc. Son políticas que están incluidas en el proyecto conocido como Argentina 2016, aprobado por el Ministerio de Planificación Federal, el año pasado.
-¿Se puede revertir esta situación de crecimiento desordenado en Mendoza?
-Si el Gran Mendoza quiere incorporarse al nuevo mundo, no sólo se deben hacer inversiones, sino pensar con seriedad qué tipo de ciudad y de provincia queremos tener y qué precio estamos dispuestos a enfrentar. Si dejamos pasar más tiempo, pagaremos altos costos sociales, ambientales, económicos y nos convertiremos en pobres estructurales en medio de un ámbito de riqueza económica.
-¿Quiénes deben absorber estas propuestas que ustedes formulan?
-Las autoridades provinciales y locales, fundamentalmente; pero también los legisladores, que definitivamente deben sacar la Ley de Usos del Suelo; es imprescindible. Pero la participación y el compromiso por parte de la comunidad deberá ser la base de la construcción de esta nueva ciudad.
Acto en la Legislatura
Hoy, a las 18.30, en el salón de los Pasos Perdidos de la Legislatura provincial, presentarán la obra de 239 páginas “Repensando el Gran Mendoza. Estrategias de desarrollo urbano”, que realizaron la doctora en Geografía Nelly Gray de Cerdán y las geógrafas Eleonora Guiñazú, María Eugenia López Silvia Quiroga y Gladys Ruiz. Introducirán a las autoras y el tema, Mercedes Lentini, Jaime Grimalt y Gabriel Bustos Herrera. El libro fue publicado por la Editorial de la Universidad Nacional de Cuyo.