Con Alejandro Araya y sin él. Con Diego Torres y sin él (sus jugadores históricos). Con Leandro Concina y sin él. Con... ya no importa con quién o con qué ausencias... Lo cierto es que quien se vista y se calce la Azulgrana de Regatas, tiene la responsabilidad y el objetivo excluyente de salir campeón.

Eso, o por lo menos menos dar batalla hasta más no poder.

Ayer, al trotecito y sin brillar, los muchachos dirigidos por Luis Testa volvieron a cantar ese viejo cantito futbolero: “Palo, palo, palo bonito palo e... Eh, eh, eh... somos campeones otra vez”.

Sin luces y sin euforias, pero con la solidez del campeón de hoy y de siempre, Regatas llegó a la última jornada del Súper 4 del Torneo Apertura de primera A-1, jugado en la UNCuyo, a sus anchas. Con dos triunfos y todo el viento a su favor, y con la idea de seguir festejando títulos.

Así ocurrió. En el último partido le ganó a UNCuyo, por 3/0.

Sólido y contundente fue el equipo del Lago frente a la “U”, ante las miradas de desazón de los jugadores de Tunuyán y San Martín, quienes eran testimonios de otro título que viajaba para el club del Parque.

Tunuyán en partido previo se impuso a General San Martín B, 3/1 y se quedó con el subcampeonato del torneo.

Fue el primer Súper 4 implementado en las finales del voley mendocino, que generó ciertas expectativas en los jugadores, que no llegaron a consolidarse.

Igualmente es un buen inicio, más allá de los triunfos claros de Regatas en los tres partidos que jugó.

Frente a UNCuyo, el sexteto del Parque jugó distendido, pero certero en cada avance en la red. El frío en “poli universitario”, pareció silenciar más los ánimos y, algunos hinchas del Lago comenzaron a festejar y a cantar cuando restaban algunos puntos para el final. A esa altura Regatas ya ganaba 20/12 en el último parcial.

No era falta de confianza de los del simpatizantes del Lago, pero era un título más que anunciado para entonces.

Más allá de los esfuerzos en la Universidad de César Cottini, Juan Maiorana o el histórico, José Straky por achicar puntos en el tanteador.

Cada punto de Arribas, Carosio, Marincovich y Mamona Miranda, en un paso lógico hacia el título del Súper 4 y del Campeonato Apertura A-1.

Parte de la religión

El gesto con sorna del árbitro Alejandro Krahulik Paz para hablar de los dimes y diretes que sólo son ciertos y no comentarios. Los berrinches de Luis Testa frente a Tunuyán ante el inmutable árbitro, Fabián Concia. Los de Carlos Amieva a los líneas, tras un claro punto malo cobrado como bueno. Los reclamos de Fabián Leguizamón, los aplausos de su equipo en gesto irónico hacia al cuestionado juez Adolfo Keim... Son sólo los matices que hacen al voley local, y nada más que eso...

* Por Sergio Faria / sfaria@losandes.com.ar