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Los Andes: La lengua de señas, en escuelas y reparticiones

En Mendoza existen unas 16 mil personas que padecen sordera. A todas ellas, las actividades cotidianas se les plantean casi como utopías. Pero esa situación puede cambiar una vez que el Gobierno aplique la ley provincial aprobada el miércoles que, entre otros aspectos pretende incorporar la Lengua de Señas Argentina (LSA) en todos los establecimientos educativos públicos y privados de la provincia.

Luego de largos años de espera la Asociación de Sordomudos de Mendoza logró su primer paso para un objetivo principal: que la brecha comunicativa entre oyentes y no oyentes sea cada vez menor. “Hemos trabajado y esperado mucho para que exista una legislación que nos ampare. Hasta ahora parece que nuestra educación termina a los 18 años, porque después de la secundaria no podemos seguir una carrera”, destacó a través de una intérprete Luis Batistelli, presidente de la entidad.

Pero estudiar en una facultad o acceder a un trabajo formal no son las únicas posibilidades que ellos sienten que se les han negado durante todo este tiempo. Hacerse atender en un hospital, realizar trámites, comprar remedios o mirar la televisión, también son para ellos actividades muy difíciles de realizar.

La solución a esa problemática, en primera instancia consiste en la incorporación de intérpretes en los organismos públicos -como hospitales, municipalidades y policía- para que hagan las veces de traductores. Incluso ese punto es una obligación que comenzará a regir a corto plazo gracias a la aprobación de la “Ley de supresión de barreras comunicacionales a través del uso de la lengua de señas argentina”.

En una primera etapa, la normativa prevé que tanto los sordos como los hipoacúsicos, así como quienes no cuentan con dificultades para escuchar cuenten con una persona que ‘traduzca’ las inquietudes de ambos interlocutores. Por otra parte, los empleados de las instituciones locales tendrán la posibilidad de aprender la lengua de señas a fin de desempeñarse más eficientemente en su trabajo.

Respecto de los profesores de todos los niveles educativos, la disposición 6.393 plantea propuestas para formar profesionalmente a los intérpretes y que éstos a su vez se encarguen de enseñar mediante la comunicación paraverbal.

En ese sentido, Beatriz Pedernera (PJ), quien llevó adelante la propuesta de recuperar la postergada ley, aseguró que junto a la Dirección General de Escuelas trabajarán en la ampliación del presupuesto para el año que viene a fin de aplicar la LSA en las escuelas.

Por su parte, Alicia Reparaz, directora de Educación Especial de la DGE, explicó que si bien ya hay gente capacitándose en la Facultad de Educación Elemental y Especial de la UNCuyo, la modalidad a adoptar para incluir la lengua de señas dentro de las aulas se conocerá una vez que el Ejecutivo dé marcha a su reglamentación. “En principio podría ser una materia voluntaria para generar en los jóvenes este tipo de aprendizaje”, dijo la funcionaria.

La noticia fue bienvenida tanto por los no oyentes como sus familias. “En realidad, la gratificación será para los que pueden escuchar porque así la sociedad se dará cuenta de todo lo que ellos tienen para dar, como cualquier persona”, dijo Mario Potaschner padre de un joven sordo.

En ese contexto, ayer en el Salón Rojo de la Legislatura un estudiante no oyente de la Universidad de Gallaudet (México) intercambió experiencias con el Movimiento de Sordos local. Luego de conocer sus pormenores, Álvaro Jiménez (que estudia Comunicación Social) enfatizó que las diferencias en cuanto al trato de los sordos entre Mendoza y su país y Estados Unidos (donde vive) son abismales. “Aquí los marginan y les es muy difícil tener trabajo ”, dijo mediante una intérprete.

Las claves (...)

* Zulema Usach / zusach@losandes.com.ar

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