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Los Andes: Los jóvenes toman la batuta

Dice que los conductores de orquesta viven mucho “porque siempre están moviéndose” y, también, por las exigencias de las mismas agrupaciones: “Pretenden directores de 25 años, pero con 50 de experiencia”.

05 de agosto de 2005, 14:18.

Para el estadounidense Donald Portnoy, 25 son los años que lleva viajando por el mundo, enseñando mucho más que el ABC de la dirección orquestal. Su tarea pedagógica se ha extendido a lo largo y ancho de su país natal, Corea, China, Rusia y varios sitios más. En Argentina, hace dos años pisó Rosario. Ahora, le tocó el turno a Mendoza.

Cientos de alumnos han pasado por sus cursos, entre ellos el actual titular de la Sinfónica de la UNCuyo, David Handel. En muchos casos, la tarea sirvió para incentivar aún más la vocación de los cursantes; en otros, el dictado llevó al alumno a concluir en que la dirección orquestal no era lo suyo. Entre los primeros, muchos hoy dirigen prestigiosas orquestas. Portnoy está orgulloso de ello, aunque no hace ostentación. A medida que avance la charla, reconocerá que es un buen actor.

Su trayectoria como formador de músicos ha sido reconocida por la Universidad de Columbia, a través de una premiación a la que también han accedido ilustres como Leonard Bernstein. Actualmente, su labor se reparte entre la Sinfónica de Augusta, la Orquesta Nacional de Opera y Ballet de Beijing, la Orquesta de la Opera de Harbin (China), la Carolina Pops Orchestra y la docencia en la Universidad de South Carolina, co-organizadora del curso dictado en Mendoza.

Esta noche, los mendocinos podrán apreciar el segundo de los conciertos resultantes del Curso Internacional de Dirección Orquestal que trajo hasta aquí, con la Sinfónica de la UNCuyo a pleno (el sábado pasado, la función fue con una orquesta sólo de cuerdas).

-¿Por qué dar este curso en Mendoza?

-En noviembre del año pasado vine como director invitado a tocar con la Orquesta de la UNCuyo. Me pareció una ciudad hermosa, con una orquesta de calidad, así que pensé que sería una muy buena oportunidad. Para los directores jóvenes es muy importante hacer una práctica con orquesta en vivo.

Además, no hay muchas universidades que tengan cátedra de Dirección Orquestal.

-¿Cuáles son las condiciones mínimas indispensables para ser un buen director?

-Conocer muy bien la música y tener muy buena capacidad de comunicación, para poder hablar lo mínimo con la orquesta obteniendo el máximo resultado. El maestro es la cara de la orquesta y todo lo que haga deriva en un reconocimiento para todo el grupo. Además, es el vocero. La representa ante los distintos sectores y capta los recursos y el interés de éstos para que pueda funcionar. También es muy importante haber sido músico de orquesta -yo fui primero violinista- para poder entenderla desde adentro. Así se logra más respeto. Un director debe mostrar que tiene un control total. Estar muy seguro antes de subir al podio, tener un lenguaje corporal para entrar, subir, pararse. Los músicos tienen un gran sentido para reconocer cuando eso no está. Aparte, una orquesta puede tocar muy bien, pero aún así el director le debe sacar un extra. Bueno, si yo pudiera lograr con mis alumnos todo esto, ¡me haría millonario!

-¿Debe tener dotes actorales? ¿Ser persona y personaje al mismo tiempo?

-Absolutamente. Es un actor. Y debe tener la capacidad de generar magia a la hora en que está pautado el concierto, independientemente de que si le cayó mal la comida o tuvo otro problema.

-El grupo con el que trabajó en Mendoza, ¿tuvo una característica en especial?

-No. Cada uno tiene su estilo. En la medida que puedan transmitirlo, su trabajo va a subsistir.

-Así como para un pianista Rachmaninoff representa un peldaño superior en la interpretación, para un director de orquesta, ¿qué compositores son los más dificultosos?

-Bueno... algunas sinfonías de Rachmaninoff. También Richard Strauss, compositores contemporáneos como Copland, Stravinsky, Bartok... Hay en ellos cambios importantes de tiempo, de dinámica. Los tradicionales, los clásicos-románticos a veces tienen también dificultades, pero son muy marcadas, al punto que, en algunos casos, a esta altura hasta se podría prescindir del director.

-¿Cómo se eligió el programa para hoy?

-Las obras las elijo yo. Casi siempre, en estos cursos trabajo con las mismas obras y hago dos conciertos, primero con una orquesta de cuerdas y luego con la orquesta completa. A partir de esto, distribuyo el trabajo según las características de cada alumno.

 

Ficha

Orquesta Sinfónica UNCuyo

Directores: Richard Larraga (EEUU), Matthew Fritz (EEUU), Jorge Lhez (Córdoba), Armando Garrido (Chaco), Malcolm Brashear (EEUU), Lawrence Galera (EEUU), Andrew Krus (EEUU), Weimar Arancibia (La Paz, Bolivia), Rafael E. Irizarri (San Juan, Puerto Rico) y Valeria Martinelli (Córdoba).

Supervisión general: Donald Portnoy.

Programa: Sinfonía n° 7, de Beethoven; Sinfonía n° 4, de Mendelssohn; Sinfonía n° 35, de Mozart; Idilio de Sigfrido, de Wagner; Obertura El Barbero de Sevilla, de Rossini; y Sinfonía n° 4, de Tchaikowsky.

Función: Hoy, a las 21.30.

Sala: Teatro Universidad, Lavalle 77.

Entradas: $ 8 (general) y $ 6 (estudiantes, jubilados y personal UNCuyo).

* Fausto J. Alfonso / falfonso@losandes.com.ar

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