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Los Andes-Lunes 21: Natalia, la primera arquitecta que hizo su tesis en Estados Unidos

Desde su infancia tuvo su vocación marcada. En vez de jugar con muñecas prefería pasar su tiempo rodeada de lápices y pinturas. Cuando llegó el momento de elegir una carrera no lo dudó un instante y decidió ser arquitecta.

22 de noviembre de 2005, 11:10.

María Natalia García Montagna (28) es la primera mendocina en terminar su tesis de grado de Arquitectura en una institución del extranjero. Es que cuando empezó a investigar el tema de su proyecto final tuvo la posibilidad de hacer un intercambio con la Universidad de Virginia Tech (Estados Unidos), a través de un convenio con la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Mendoza (UM), lugar donde la joven cursó sus estudios.
Así en 2002 desembarcó en el norte para progresar con sus ideas y concluir su trabajo sobre un hotel de ecoturismo.
“Era el boom de la presa de Potrerillos y de los lugares para practicar deportes de aventura. Paralelamente, en Virginia, también se le da importancia a estos temas. Pero de todas formas fue como empezar a estudiar de nuevo, porque acá los materiales y técnicas constructivas son diferentes, no gira todo alrededor de lo antisísmico como en Mendoza”, contó Natalia desde Virginia.
La tesis fue premiada por la universidad de Estados Unidos, no sólo por la idea original sino también por su capacidad de adaptación a los requerimientos de la institución.
Su personalidad inquieta no le permitió quedarse sólo con este mérito. Luego de que llegó a Mendoza -para exponer su tesis y obtener el título en 2003-, decidió volver al extranjero para aprovechar la oportunidad que le daban de trabajar durante un año.
No conforme con eso, optó por estudiar un máster en Arquitectura en la misma universidad (precisamente en el Washington Alexandria Architecture Center).
El 2 de diciembre, Natalia obtendrá su segundo título en arquitectura. Ahora está preparándose para lucir la tesis de ese máster. Se trata de un centro cultural que combina las tradiciones asturianas y celtas, con los conocimientos arquitectónicos adquiridos en la UM y Estados Unidos. Este proyecto ya captó la atención de España, que promete enviar un representante de Asturias para presenciar la exposición en Virginia (ver aparte).
“Una de las razones por las cuales decidí continuar mis estudios, es que aquí para obtener la licencia y poder firmar planos hay que hacer un máster, rendir un examen que te habilite y además tener 3 años de experiencia laboral”, contó la mendocina.
Parte del dinero que usó para pagarse la especialización lo obtuvo de trabajar en varios sitios relacionados con su carrera mientras estaba en el intercambio. La joven no ha parado un segundo y atesora experiencias de siete estudios de arquitectura distintos.
“Podés cambiar de lugar cuantas veces quieras, no hay problema, es muy común. Además no es difícil conseguir trabajo, hay muchas firmas”, señaló Natalia.
Duerme poco y está bastante ocupada. Su tiempo se reparte entre los últimos detalles de su tesis, unas clases que cursa en la Universidad de Virginia Tech -sobre la parte legal y contratos con las empresas constructoras- y su trabajo como asistente en la cátedra de Urbanismo.
Pero no todo es el estudio. En los tres años que lleva afuera de Argentina se ha relacionado con gente reconocida dentro de su rubro y también ha conocido a jóvenes de todo el mundo. Su Facultad alberga a estudiantes de Alemania, Rusia, Grecia, Japón, China, México, Inglaterra, Turquia, Estonia y Vietnam, y la lista continúa.
Para ella esto es una experiencia única, porque el hecho de convivir con personas de diferentes países la ayuda a aprender sobre otras culturas. A su vez, comparte la añoranza de sus lugares y la pasión por la arquitectura: “Tengo amigos de todas partes del mundo y ellos se convierten en tu familia”, dijo la joven.
Su estadía rodeada de esas compañías se prolongará dos años más. Apenas exponga su tesis de máster empezará a trabajar como arquitecta en uno de los estudios que más la atrapó cuando hacía sus prácticas en Georgetown. “Lo que más disfruto y me hace sentir cómoda es el diseño, y también el paisajismo”, confesó Natalia.
 
Un lugar para música celta
Su padre es asturiano y como lo lleva en la sangre, Natalia siempre se interesó por esa cultura. Cuando empezó la Facultad decidió tocar la gaita y entró en el Centro Asturiano de Mendoza.
En Virginia, en su afán de seguir con su música, notó que no había un lugar para practicarla. Desde ese momento volcó su idea en los planos y basó su tesis del máster en la búsqueda del sitio perfecto para ejecutar el instrumento.
A su vez, otro disparador fue que en Mendoza también contaba con restricciones a la hora de tocar la gaita: “No hay un lugar adecuado para practicar, ya que tiene un sonido muy fuerte y molesta a los vecinos. Y acá, en Virginia, pasa algo similar, hay muchos irlandeses y escoceses que les encanta el instrumento y no tienen a dónde dirigirse”, explicó Natalia.
El proyecto es un Centro Cultural, que incluye una escuela de gaitas, un museo de la cultura celta y del instrumento, un taller para la persona que fabrica las gaitas, restaurante de comidas típicas y, por supuesto, un teatro preparado acústicamente.
Este tipo de lugares son poco comunes y sólo hay dos en todo el mundo.
El terreno sobre el que proyectó el trabajo está ubicado en Virginia. Es un lugar cerca del agua, rodeado de espacios verdes y parques. Este entorno jugó a su favor, ya que los celtas veneraban los árboles y bosques.
Según confiesa la mendocina, hacer el trabajo fue todo un desafío, porque implicó mezclar la cultura de los gaiteros y la música celta con lo que ella mejor sabe hacer, la arquitectura: “Tanto en los dibujos como en los materiales, he tratado de unir todas las culturas. Es una combinación entre los pueblos de Asturias, lo que aprendí de arquitectura en la Universidad de Mendoza y también lo que profundicé acá. Son muchas sensaciones y sentimientos juntos en un solo proyecto”, confesó Natalia.
El 2 de diciembre la arquitecta, junto al mendocino Néstor Cerami -quien también optó por hacer el máster- presentarán sus respectivas tesis en la Universidad de Virginia Tech. Después el lugar los esperará para un festejo lleno de vinos mendocinos y comida argentina-española.
Virginia Di Bari vdibari@losandes.com.ar

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