El actor, docente, literato (y unos cuantos pergaminos más), vino a Mendoza con una doble misión. Por un lado, el dictado del curso "Emprendedores y Proyectos ante el sector Cultural (mercado y empleo)", un postgrado en capacitación que apunta a la gestión de propuestas culturales. Y por el otro, un taller de teatro y lenguaje cinematográfico que viene impartiendo por toda Europa (ver aparte).
El ex director de la agrupación de teatro vanguardista La Fura del Baus nació en Calanda, el pueblo del realizador Luis Buñuel. "Parte de mi familia está entroncada con la de Buñuel –detalla-. Mi tío, que era el que proyectaba películas en el cine de mi pueblo, me decía: 'Cuando seas grande tendrás que estudiar cine'. Pero a la hora de elegir no me volqué ni por el teatro ni por el cine. Me fui a Zurich a estudiar etnolingüística. Allí me introduje en los movimientos punk, y de rebote di con los iniciadores de La Fura del Baus y empecé a trabajar con ellos".
-Rebobinemos, ¿cómo fue tu etapa punk?
-A los 18, en Zurich, organicé un Festival de Música no Comercial, y me metí en el mundo de la cultura. Estaba con todo el tema de los okupas, que eran verdaderas factorías creativas. Yo era entre punk y new wave. Eran años de Sex Pistols, pero también de Kraftwerk; y más tarde, de la música de Manchester, Joy Division, y el nacimiento de las grandes raves.
Entre sus señas particulares más visibles está la de no quedarse quieto en ningún lugar, por más cómodo que sea. Tanto así, como para abandonar a La Fura del Baus en el tercer espectáculo, cuando ya era una marca proba en el Viejo Mundo. "Lo dejé porque pienso que los movimientos tienen que terminarse justo cuando la curva empieza a decrecer. Me fui de La Fura en el '87 para convertirme en el director más joven del teatro municipal Mercat de les Flors", recuerda. En esa prestigiosa sala catalana no tardó en trastocar las directrices artísticas y renovar su programación e imagen.
Para ponerlo más claro, Morte no sugiere el cambio permanente en sus propuestas, lo exige. "Para mí, la cultura no tiene que ser lejana a, por ejemplo, la investigación de cardiología o biología. Un cardiólogo si no se adapta a las nuevas técnicas deja de ser bueno. En la cultura hay miedo a renovarse. Sobre todo en el teatro y en la plástica, que son muy reacios al cambio".
Cámaras sobre las tablas
En el verano de 2004, Morte dirigió el taller "La mirada secuencial", auspiciado por la Unión Europea. Este seminario para actores profesionales, que se basa en el lenguaje del teatro en relación con el cine, giró por Volterra, Nápoles, Procida, Barcelona, Florencia y Ljiubiana. Es el antecedente del Work in progress que coordina en nuestra provincia. El gestor y realizador sostiene con vehemencia que la cámara es demasiada poderosa como para remitirla exclusivamente al cine. "Como sucede en los grandes recitales, las filmaciones en vivo son herramientas muy útiles para el teatro –declama-. Las cámaras y las pantallas les permiten al público vivenciar los primeros planos de los actores, algo que sería imposible de otra manera en las butacas más retiradas".
-A lo largo de la historia, ha sido el cine el que se ha nutrido del teatro, ¿por qué cuesta tanto el camino inverso?
-Buñuel, Rainer Werner Fassbinder, entre tantos otros, nacieron en el ambiente teatral y pasaron al cine para explorar un nuevo lenguaje. Por ejemplo, en la película "Dogville" (de Lars Von Trier) se genera un espacio estético, tributario del teatro, de la puta madre; y sin embargo, del cine al teatro la contaminación es menor…
-¿Cuánto le ha costado al teatro no adaptarse?
-El teatro ha perdido público por esto. Por no adaptarse al nuevo auditorio, por no entender que el tempus teatral ha evolucionado, que por la rapidez de los mensajes de hoy (con la internet y los videoclips) ha cambiado la visión del espectador. A los jóvenes no les interesa estar frente a un tipo hablando dos horas, incluso sobre diálogos que a lo mejor no pertenecen siquiera a su entorno.
Andrés Morte actualmente colabora con el Departamento de Cultura del gobierno catalán en la tarea de organizar la futura oficina de promoción internacional destinada a los nuevos talentos y nuevas tendencias escénicas. Este es su otro costado de exploración: el de la gestión. Dirá como quien reza mandamientos sagrados: "Lo importante no es sólo tener vid, sino también saber cómo manufacturarla y cómo exportar vinos. En la cultura es igual. Si tengo una idea genial, hay que formatearla para que encuentre respuesta en el mercado".
-Una queja reiterada en la escena mendocina es la falta de público, ¿cómo se revierte este panorama?
-El público es un target a descubrir siempre. Es como los embalses, de pronto se vacía y de pronto se llena. Lo que no podemos es recuperar a un público muerto. En lugar de empecinarnos en captar al público, se debe crear uno nuevo, a partir de tu propia sociedad. El artista debe crear comunidad.
Talleres para crear y gestionar
El curso "Emprendedores y proyectos" se dictará en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, desde hoy al 31 de marzo, de 16 a 20, y el 1 de abril, de 9 a 13.
Para consultas, dirigirse a Secretaría de Relaciones Institucionales de esa casa de estudios, teléfono 413-5000 interno 2059; o por correo electrónico: contactos@morteenmendoza.com.ar
Las inscripciones podrán realizarse por correo electrónico a inscripciones@morteenmendoza.com.ar o personalmente en la Secretaría de Relaciones Institucionales de la Ciencias Políticas.
Mientras que el taller de teatro y lenguaje cinematográfico (no abierto al público general) se viene dictando desde el 24 y se prolongará hasta el 31 de marzo. Los actores y comunicadores convocados desarrollarán la puesta en escena de dos obras, "5&Collage" y "Bastarda". Serán presentadas al público en el Espacio Contemporáneo de Arte, el sábado a las 21.
Morte en pocas palabras
Nació en Barcelona el 8 de mayo de 1958. Es filólogo, etnolingüista y especialista en Gestión de Instituciones Artísticas. En 1982 organizó el I Festival Europeo de Música no Comercial. Conoció a Marcellí Antúnez, líder del grupo Error Genético y fundador de La Fura del Baus. En 1984, a pedido de los integrantes de ese grupo, se transformó en director de La Fura.
En 1987 inició una nueva etapa como director del Teatro Municipal Mercat de les Flors de Barcelona. Escribió y dirigió la multipremiada obra "El Artificio".
Creó el Instituto de Investigación de las Artes Escénicas Contemporáneas y Artes Multimedia de Barcelona. En 1994 empezó a dirigir con la directora Maurizia Settembri, La Fabbrica Europa, un centro de creación contemporánea de Florencia en el que participan numerosos creadores europeos. En 1997 trabajó en el Institut de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona como director de las Industrias Culturales. Diseñó y creó la Oficina de Cine "Barcelona Plató". En diciembre fue nombrado Presidente del Festival Curt ficcions, de los Cines Yelmo-Cineplex.
En marzo del 2002 fue nombrado nuevamente director del Teatro Municipal Mercat de las Flors de Barcelona. Ha escrito numerosos novelas y guiones teatrales y ha sido orador en innumerables congresos y seminarios en distintas partes del mundo.
Leonardo Rearte lrearte@losandes.com.ar
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28 de noviembre de 2024