La autorización corre tanto para las escuelas públicas como para las privadas, en todos sus niveles educativos. Mendoza ya había sentado precedente en 2002, cuando el ex director de Escuelas, Hugo Duch, permitió que se encendieran los televisores para el mundial.
 
Lo que se intentó y se intenta ahora es evitar el ausentismo, pero hay quienes cuestionan la validez de este argumento.
 
Desde Buenos Aires, la secretaria de Educación, Roxana Perazza, afirmó que no van a “auspiciar” esta medida, ya que se trata de una decisión que deben tomar los padres, no la escuela. “La escuela no puede rearmarse en función de un partido de fútbol”, aseveró.
 
Ya antes el ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, había alabado la decisión de Cunietti diciendo que “la escuela no puede quedar fuera de un acontecimiento tan importante para la sociedad”, e hizo hincapié en el hecho de aprovechar el clima y la tensión que se genera para “aprender y comprender” la globalización y la diversidad cultural.
 
Por estas tierras, las aguas estuvieron divididas. Desde la UNCuyo, la secretaria administrativa, Estela Zalba, no estuvo de acuerdo. “No le encuentro ventajas desde lo pedagógico. De todas formas, me gustaría que esta decisión sea analizada detenidamente por los miembros del Comité (de Polimodal). Se ha instalado un tema poco importante para la educación, habiendo tantos otros mucho más urgentes”, opinó. Aunque dejó en claro que se trataba de una opinión a título personal.
 
Como la medida tiende a masificar gustos, algunos se plantean qué pasará con los chicos a los que no les gusta este deporte. “Yo no veo fútbol, así que mi hijo es totalmente ajeno a eso. Además, me parece una barbaridad teniendo en cuenta los días de clase perdidos. ¿Por qué no ocupan ese tiempo para estudiar?”, cuestiona el padre de un niño que va a segundo año de EGB1.
 
Cómo se vincularán los contenidos al Mundial es otra gran pregunta. La directora de la escuela Normal, Amalia Vergara, comentó que están trabajando el tema del Mundial desde la primera jornada institucional de febrero y que continuarán en abril.
 
“Tomamos el Mundial como estrategia didáctica en todos los espacios curriculares. Pero el hecho de que se vea en la escuela dependerá de cada profesor. Lo que sí vamos a supervisar es que la tarea con los alumnos vaya más allá de la mera visualización del partido”, comentó y aclaró que el aula de video sólo tiene lugar para uno o dos cursos. “El resto seguirá las clases normalmente”, agregó.
 
En otras escuelas no hay actividades programadas. Saben que hay un material de DGE dando vueltas y que, en breve, llegará un libro del Ministerio con 70 actividades para 30 mil instituciones educativas de 6 provincias. La idea de la publicación es abrazar todas las materias.
Lorena Villafañe lvillafane@losandes.com.ar