Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

Los Andes: “No existe la postura ideal”

No consiste sólo en contar con una silla que se ajuste al tamaño de cada trabajador. Tampoco alcanza con una buena iluminación ni con muebles y paredes en tonos claros. Se trata de un proceso bastante más complejo que no asegura encontrar la “postura ideal”, de hecho, no existe. Para evitar dolores de espalda y piernas, cuellos torcidos y, la consecuencia obligada, malhumor hace falta que cada persona en su “hábitat laboral” adapte su posición a la actividad que realiza.

Ir en busca de mejores condiciones de trabajo, para lograr un mejor desempeño y obtener alta productividad, es la meta número uno de la ergonomía. Hoy, esta disciplina está en boga en las empresas para obtener más rendimiento. “No existe la postura ideal, depende de la actividad que se realice”, aseguró Javier Llaneza Álvarez, ergónomo español, que llegó a Mendoza para participar de las Jornadas de Ergonomía, Diseño y Condiciones de Trabajo, organizadas por la facultad de Arte y Diseño de la UNCuyo.

 

La falta de conciencia sobre las posturas que se adoptan para trabajar afecta no sólo la salud, sino también la productividad y el ambiente de trabajo. Si bien los especialistas parten desde una postura básica, que consiste en mantener la espalda erguida y las piernas en ángulo recto, la posición ideal hay que buscarla, y será aquella que demande el menor esfuerzo y permita trabajar con comodidad.

 

-¿Qué factores llevan a adoptar una mala postura?

 

-La repetitividad de la tarea, presión del tiempo, la fuerza que demande la actividad y las posiciones forzadas. Por ejemplo, estar ocho horas trabajando sobre el teclado de una computadora puede traducirse en inflamación en los tendones y en problemas en la columna.

 

-¿Qué hay que hacer para evitar estos inconvenientes?

 

-Pausas. Son fundamentales en el trabajo y no deben ser entendidas como desgano laboral. Por el contrario, son necesarias para recuperarse y realizar ejercicios que colaboren para volver a la actividad. Por ejemplo, hacer ejercicios con los dedos y trabajar la espalda y el cuello.

 

-Entonces, ¿cómo colaboran ustedes en el diseño del proceso de trabajo?

 

-Hay que tener en cuenta que la ergonomía es una herramienta de trabajo más, que está en constante interacción con el medio, pero no debe ser medida únicamente en términos de salud, si me duele o no la espalda, también se la debe analizar desde la eficiencia, eficacia, confort y productividad.

 

-Por ejemplo, en una oficina administrativa, ¿cómo deberían ser las condiciones ergonómicas?

 

-La mesa tiene que estar entre los 60 y 65 centímetros del suelo y no debería tener esquinas ni aristas sin pulir y la superficie tendría que ser mate, para evitar los reflejos. También tiene que quedar un espacio amplio para colocar las piernas. Con respecto a la silla, cada uno debe adaptarla a su tamaño. Mientras que con el teclado hay que mantener las muñecas en una posición neutral durante el trabajo, no flexionarlas ni hacia arriba ni hacia abajo (ver infografía).

 

-¿Qué sugiere con respecto a la iluminación, el ruido y la temperatura en la oficina?

 

-Hay que evitar situaciones en las que haya deslumbramiento, es decir, desequilibrio lumínico. De este modo, hay que evitar colocar un ordenador frente a una ventana. El ruido no debe superar los 55 decibeles y la temperatura tendría que estar entre 17 y 23 grados.

 

Marketing tramposo

 

Llaneza Álvarez alerta sobre los productos que se venden en el mercado bajo la etiqueta de ergonómicos. “No hay que dejarse engañar por el mercado, porque estos productos se han sumado en los últimos años a la onda verde, es decir, a la que asegura el cuidado del cuerpo”.

 

-En este contexto, ¿qué hay que tener en cuenta antes de comprar el mobiliario?

 

-Para cada producto hay que definir quién es la persona que lo va a usar, cómo está diseñada la tarea y cuáles son las condiciones de trabajo. Hay que saber que no existe ni un genérico ni un manual para la silla ergonómica.

 

-Entonces, ¿se trabaja desde un enfoque multidisciplinar?

 

-Sí. No hay que tener en cuenta únicamente los elementos en sí mismos, al hacer una compra con estas características estamos hablando de diseño de los puestos de trabajo. Aquí se incluye la función del trabajador, el ambiente en el que va a desarrollar su actividad y se evitan enfermedades.

 

10 problemas más comunes

 

1. La altura de la mesa es incómoda.

2. No se puede apoyar bien los pies en el suelo.

3. Sentarse en la parte delantera del asiento.

4. Imposibilidad para acercarse bien a la mesa porque estorban los posabrazos.

5. El respaldo es incómodo.

6. No hay espacio suficiente en la mesa de trabajo.

7. No queda espacio para apoyar las muñecas o los antebrazos al teclear.

8. La pantalla demasiado cerca.

9. La pantalla está demasiado alta.

10. Focos de luz que provocan reflejos o deslumbramientos.

 

Perfil

 

El entrevistado. Javier Llaneza Álvarez, español, es ingeniero metalúrgico y licenciado en Psicología, diplomado en La Sorbona, de París. Desde hace veinte años se dedica al estudio de la ergonomía y tiene dos libros publicados.

 

Actividades. Presidente de la Asociación Asturiana de Ergonomía, vicepresidente de la Asociación Española de Ergonomía y docente de grado y posgrado.

 

Ponencia. El profesional llegó a la provincia para participar de las Jornadas de Ergonomía, Diseño y Condiciones de Trabajo, que se realizó durante la semana en la facultad de Arte y Diseño de la UNCuyo. Allí funciona el Laboratorio de Ergonomía, que depende del Instituto de Diseño y de la Dirección de Investigación y Desarrollo.

Más información en: www.fad.uncu.edu.ar.

Por Paola Bruno Foto: Marcelo Rolland

Contenido relacionado