Ayer por la mañana, este diseñador oriundo de Rodeo del Medio, sin antecedentes y que vivía en el departamento de calle Montecaseros al 1500 donde apareció el cuerpo de Abdulatif, se entregó por su propia voluntad en la seccional Tercera. Lucía un corte a la altura de la frente y transpiraba: “Soy el que mató al profesor de Historia”, dijo en la guardia. Lo detuvieron y luego lo llevaron hasta una celda de Contraventores.
Lisa había estado dos días prófugo. Se escondió en la casa de dos amigas quienes le aconsejaron que lo mejor era entregarse.
En su departamento la policía no encontró sangre. Lisa había limpiado todo antes de irse y dejar el cadáver del docente con varias heridas de arma blanca al lado de un placard la noche del lunes. Al profesor Abdulatif lo buscaba su familia desde la mañana del martes ya que no había ido a dormir.
Prófugo
Durante el martes, Diego recorrió estudios de abogados por el Centro. Estaba desorientado y sumido en el pánico. El miércoles, cuando la noticia de su asesinato ya era anunciada por los medios de prensa, dice que pensó en matarse. Pero sus amigas le dijeron que fueran a un estudio jurídico donde lo iban a asesorar. Allá fueron.
Ese miércoles a las 21 se entrevistó con un abogado. “A esta persona la conocí por Internet. El lunes a la noche nos juntamos a tomar algo y luego fuimos a mi departamento. Al llegar, yo fui al baño y cuando salí él estaba sin ropas. Empezamos a pelear, él tomó un cuchillo y yo una tijera. Nos herimos y hubo gritos. Fue allí cuando una de mis vecinas tocó el timbre y yo le dije que todo se trataba del ensayo de una obra de teatro. Después me metí al baño y él también entró. Entonces fue cuando lo maté. Su cuerpo se me cayó encima y ya no había nada que hacer. No quise matarlo. Era él o yo”, fue, a grandes rasgos su confesión ante su abogado.
Poco después de las diez de la noche, Diego Lisa dejó el estudio con sus amigas con la promesa de que al día siguiente se entregaría en Tribunales a las ocho y media.
Los abogados lo esperaron en vano y temieron que el diseñador hubiera cristalizado sus fantasías suicidas. Pero no fue así: solo se entregó en la seccional Tercera y dijo quién era.“Temblaba”, dijeron desde la Oficina Fiscal.
Ayer designó oficialmente a sus dos abogados defensores. Y hoy declarará ante el fiscal Carniello que él mató al profesor, pero que en realidad no quiso hacerlo. Que fue en defensa propia.
Las claves
Al profesor Abdulatif lo buscaba su familia desde la mañana del martes ya que la noche del lunes no fue a dormir.
Se cree que entre las últimas horas del lunes y las primeras del martes ocurrió el homicidio.
Diego Lisa estuvo dos días escondido. Había dejado su departamento con el cuerpo de su víctima.
Sus abogados pedirán que lo acusen de homicidio en legítima defensa o exceso en legítima defensa. Y también que se le conceda prisión domiciliaria.
Rolando López rlopez@losandes.com.ar