Más allá de la reacción, se ha instalado el debate acerca del futuro de los intelectuales que llegados a los 65 años tienen que jubilarse, según lo establece el artículo 69 del Estatuto Universitario. Qué pasa después de llegada esta edad, es un tema que aún no definen del todo las autoridades universitarias.
Este año, no sólo le llegó el turno de jubilarse a Norma Fóscolo. También lo harán Hilda Arenas, Aldo Castro y Antonio Eras. Todos, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. El año que viene, es el turno de otros cuatro docentes más de esta misma institución: Jorge Caloino, Cecilia Codner, Luis Corrales y Francisco Martín (el ex rector de la UNCuyo).
Esto no implica que todos quieran seguir ejerciendo. Pero los que sí y que, además, tienen un potencial intelectual que no merece perderse, deberían tener la instancia legal de poder hacerlo.
La idea de que Fóscolo continúe su vínculo con la universidad es que pueda seguir al frente de las actividades de posgrado. Actualmente, está a cargo de la dirección de tesis, la co dirección de un doctorado internacional (ad honorem) y la dirección de una maestría en Gestión Social.
Pero esto implicaría que aceptara el cargo que se le ha ofrecido. De lo contrario, el Decanato debería solicitar al Rectorado que se cree un nuevo cargo para los docentes que sólo realicen actividades de posgrado, ya que este puesto no existe por ahora.
Según transmitió el vicedecano de la Facultad de Ciencias Políticas, Francisco Leiva, este cargo que le ofrecieron ayer a Fóscolo ya se lo habían notificado verbalmente antes. “Hoy -por ayer- se lo notificamos por escrito, pero ya lo habíamos ofrecido antes. Si no acepta, lamentablemente su cargo debe ser ocupado por otros profesores. Si acepta, continúa con un contrato que se iría renovando”.
El funcionario universitario explicó que si su puesto se reemplaza, no hay presupuesto disponible para cubrir los gastos de un nuevo cargo. “Deberíamos, entonces, empezar a buscar cómo hacerlo. Pero es más improbable”, agregó. De lograrse, sentaría un precedente. Una problemática que ya se ha advertido y dado solución en otras universidades.
Desde el Rectorado manifestaron su apoyo incondicional a la intelectual, en el caso de que desde el Consejo Directivo se envíe una propuesta al Consejo Superior para nombrarla profesora emérita. En ese caso, aunque no recibiría un beneficio económico, sí podría seguir vinculada académicamente a la UNCuyo e, incluso, aspirar a cargos superiores. Fóscolo ya había sido candidata a decana en 2002, en la lista opositora a la de Laura Ciancio, actual decana de Ciencias Políticas y Sociales.