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Los Andes: Opinión: En torno a la integración

La integración regional de los países relegados por la historia a la categoría de proveedores de materias primas de los países centrales y consumidores de mercancías y productos culturales exóticos, cobra, en la actualidad, inusitada vigencia. No resulta casual la probable visita a nuestra provincia de tres presidentes de América del Sur, que en forma manifiesta están comprometidos en el fortalecimiento de los procesos de cooperación regional.

17 de marzo de 2006, 14:26.

Al mismo tiempo, tampoco sorprende que algunos analistas internaciones (Dr. Jorge Castro, entre otros) vean en la profundización de los vínculos de la América morena una negativa a vincularse con la comunidad internacional puesto que, desde cierto punto de vista coincidente con el establishment, la única relación posible es a través de las “relaciones carnales” con el mandarinato mundial. Sería ocioso detallar aquí cómo nos fue. En tal sentido, es probable que estemos asistiendo a un momento histórico en el marco del cual los pueblos, “el demos”, esté llamado a dar su opinión.
 
La complejidad y gravedad de los irresueltos problemas de la región no habrán de ser sorteados, sin duda, por ningún salvador ni ninguna élite. Sólo una democracia movilizada de los olvidados de siempre habrá de llenar de contenido democrático y social a las realizaciones pendientes.
 
Suramérica unida será democrática o no será. Pero las ideas que presidan la reflexión y la actividad de las nuevas generaciones con vocación de justicia brotarán de un pensamiento genuino.
 
Luego, la independencia cultural que nos permita redescubrir nuestro destino será el insumo necesario en esta nueva etapa. Tal autonomía del espíritu nos permitirá elaborar las nuevas categorías mentales que traen consigo valores y modelos económicos que rechazan la receta tradicional de los “gurúes”.
 
Entre los valores a redescubrir está el de la solidaridad. Es impensable un proceso de integración sin Bolivia con salida al mar, sin un gasoducto que permita el aprovechamiento de los recursos en Suramérica de Venezuela a la Argentina, o sin una fuente de información y debate como puede ser Telesur, a modo de ejemplo.
 
Se quiere lo que se conoce, y por esta razón se lo defiende. Reconocernos a nosotros mismos en los pueblos que nos rodean permite tejer la solidaridad necesaria para transitar el convulsionado momento que se está viviendo.
 
Según un pensador brasileño que visitó nuestra provincia en un evento organizado por la UN Cuyo, “nuestro destino es la cooperación regional que defienda nuestros intereses, o ser una provincia del nuevo imperio”.
 
Esta afirmación es cierta en un mundo globalizado donde se distinguen dos categorías con claridad: los globalizadores, que aprovechan los recursos de los países como el nuestro, y los globalizados, que sufrimos aquel aprovechamiento.
 
Sin embargo, no solamente esta razón (ser algo más que una provincia del nuevo imperio) estimulan la reunificación de Suramérica como parte posible de la realización latinoamericana. Está probado que la libre circulación del capital no corre pareja con la libre circulación de los seres humanos. Sino que los pobres y los desposeídos, los trabajadores y los sin trabajo, los sin tierra o los sin derecho, deben permanecer en su lugar hasta que lleguen tiempos mejores, que parecen tardarse demasiado.
 
Desde este punto de vista, son precisamente esas capas de la sociedad las que más imperiosamente necesitan el fortalecimiento de lo propio, de su vida, de su trabajo, de sus perspectivas, y aun del cuidado de la tierra que pisan, de la flora y la fauna, que la lógica perversa de la globalización fragmentadora que vincula hoy al planeta ha puesto en riesgo.
 
La cuestión social en consecuencia, acompaña en su resolución, inevitablemente, la integración que a raíz de los últimos acontecimientos que rompen la inercia continental pareciera ponerse en marcha.
 
Este camino requiere de coraje y de talento.
 
O como decía Simón Rodríguez, maestro de Simón Bolívar, “o inventamos o erramos”.
 
Los universitarios mendocinos queremos discutir estos temas con toda nuestra comunidad. “Por una Suramérica democráticamente unida, independiente cultural y económicamente, solidaria entre pueblos y países”. Tales son los propósitos que animan el próximo Encuentro Universitario del Mercosur y la Comunidad Andina a realizarse los días 4, 5 y 6 de mayo del corriente año en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, que organiza el Instituto de Integración Latinoamericana del Rectorado de la UNCuyo.
Por Mauro Aguirre, profesor universitario

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