Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

Los Andes: Por amor al reggae

Mientras comenzó la noche del sábado, cerca de las 20, el comunicador social Maxi Quinteros inició el lanzamiento del Festival Cuyo Reggae en las canchas del Centro de Deportes de la Universidad Nacional de Cuyo. Puestos de comidas, control policial, venta de remeras, discos y accesorios varios y el movimiento de cientos de jóvenes agitaron el predio universitario a penas cayó el sol.

Los chicos de Tu Kalavera, una banda en auténtico ascenso, fueron los encargados de inaugurar la fiesta al ritmo de letras apoteóticas, ritmos ska y fusión de géneros. Le siguieron los maipucinos de Parió La Choca, quienes alternaron sus habituales rituales escénicos con la música de los radiodifundidos cortes de su bien posicionado primer disco "Sangre y sudor". A la lista de los esperados hits como "Sangre y sudor", "Niñita América", "La cumbia del tomero", "Ska del mar", "Guanacachito", la banda adelantó canciones nuevas como "Topos" y otras todavía sin título. Además del carisma de PP Cambría, la banda afina cada vez mejor su sonido, sobre todo en lo que hace a los arreglos musicales y la fusión de ritmos.
Luego, mientras la cifra de asistentes subió paulatinamente de doscientas a mil personas, los Hormigas Negras hicieron resonar su repertorio murguero folk punk mezclando como es habitual en sus puestas, la euforia de sus canciones con una energía escénica apoyada con el movimiento de malabaristas con mucho fuego y acrobacias. Las canciones "Tercer mundo", "Natural" y "El mañanero" fueron seguidas por el público.
Los sofisticados sanfafesinos de Butumbaba, una de las primeras bandas de reggae de trascendencia nacional, demostraron su experiencia de doce años en los escenarios con un original sonido. Su repertorio, una auténtica marea de ritmos jamaiquinos expresó verdadera maduración y se notó en la presentación que disfrutan lo que hacen estos amigos, reunidos por amor al reggae. Sus canciones ilustran su evolución en los personales estilos del jazz, el ska, el punk y una serie de multifacéticos ritmos latinos.
Si hubo una banda esperada quizá fue Resistencia Suburbana. Su show alternó con material de sus tres discos independientes en una explosión sonora que tiene sin duda en Mendoza sus devotos. En las letras se percibe su compromiso con lo social con una visión al menos optimista del mundo. Resistencia es una de las bandas exitosas en Costa Rica y el sábado demostró por qué es una de las mejores del país en su tipo.
A pesar de un corte de luz de 30 minutos que demoró las presentaciones, pasadas las cuatro de la madrugada la fiesta continuó con Karamelo Santo, una de las mejores agrupaciones a nivel nacional. La consagrada banda, que regresó a Mendoza tras la gloria de tocar junto a Manu Chao frente a 20 mil personas en Buenos Aires, cerró el festival con una serie de versiones especiales de sus más exitosas canciones. Goy Ogalde, el líder, avasalló al público con su rutina. Un final a toda celebración, con canciones viejas revisionadas, melancolía y hits de su último disco.
Un final a la altura de un festival que se desarrolló en forma tranquila y fue un ejemplo de organización.
Pablo Pereyra ppereyra@losandes.com.ar

Contenido relacionado