El problema es muy puntual. No tiene que ver con la acreditación del congreso, sino con que las firmas que aparecen en los certificados son escaneadas. Y sucede que, para preservar la legalidad de los documentos, las Juntas Calificadoras de Media y Primaria meses atrás decidieron -y publicaron a través del boletín oficial- que no recibirán certificados cuyas firmas no sean originales.
Los papeles fueron emitidos por las entidades que organizaron el congreso: la Facultad de Ciencias Aplicadas de la Universidad Nacional de Catamarca y la Fundación Ideia, que tiene sede en Catamarca. Ni los docentes ni el gobierno escolar han podido dar con el presidente de la fundación, Hugo Diamante, y -lo que es peor- como la gestión del evento fue realizada durante la gestión de Hugo Duch, las autoridades actuales no encuentran los listados que permitirían verificar quiénes realmente participaron del curso.
Los docentes exigen respuestas a la DGE y a la Facultad de Educación Elemental, porque oficiaron de auspiciantes locales. “En la DGE nos dicen que debemos reclamar en Catamarca, pero allí nos entregaron los certificados y a ellos les presentamos la monografía final”, reclamó Mariana Falbo, una maestra jardinera que ya ha presentado varias notas de reclamo, sin ningún éxito. La mujer depende de estos puntos para acceder a un cargo titular.
Según Gabriel Caram, director de Transformación Educativa, el Gobierno no puede pasar sobre una decisión de la Junta, que actúa como un cuerpo colegiado. “La anterior gestión aprobó el evento porque cumplía con los requisitos exigidos, por lo demás estamos ayudando en la búsqueda de una solución”, resumió Caram.
La Semana del Conocimiento no fue un suceso menor en la provincia, se inscribieron cerca de 4 mil personas y contó con disertantes de la talla de Marcos Aguinis y Jorge Bucay. Durante esos días, hubo varios cursos que otorgaban puntajes por separado y con la suma de los cuales se podía alcanzar el punto con 800 centésimas. A modo de comparación, un maestro de zona urbana debe trabajar un año para obtener tan sólo un punto.
Ahora será la Junta quién deberá decidir el futuro de los certificados. En la de Inicial y Básica no los están recibiendo y en la de Media, sólo aceptan los que tienen alguna firma o sello original. “No podemos aceptar estos diplomas porque estaríamos yendo contra la reglamentación. Hemos elevado dos expedientes donde pedimos a Asesoría Letrada que se expida sobre el asunto”, explicó Liliana Chávez, miembro de la Junta de Inicial y Básica.
Por su parte, Patricia Peluc -de la Junta de EGB3 y Media- dijo que acordaron recibir algunos en consideración de la magnitud del grupo afectado. Y argumentó que los nuevos requisitos son para preservar la legalidad de los títulos. “Con el avance de la informática y la digitalización ha crecido el número de certificados plagiados o de dudosa procedencia”, acotó.
El problema no termina aquí. La misma Fundación realizó otro congreso en el Sur provincial, del que participaron unos 800 docentes. El curso tuvo un valor de 80 pesos y el formato de los diplomas está totalmente escaneado. Ergo, estos tampoco serán computados.
En detalle
Congreso. Se llamó la Semana del Conocimiento y se llevó a cabo desde el 7 al 12 de abril del 2003. Incluyó el Forum Mundial de Escuelas Innovadoras y el 8 º Congreso Internacional de Educación en el Tercer Milenio. El costo total sumaba $160.
Puntaje. Categoría A. Cada curso (eran dos) otorgaba 0,8750, que sumado a la presentación de una monografía permitía llegar a 1,800.
