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Los Andes-Sábado 1: “La cultura es cada vez más histérica”

Una imagen literaria frena en seco su charla atiborrada. Tiene en mente un ejemplo a medida para describir lo que le pasa a la cultura en nuestros días: "Estamos como en El Principito cuando resguardaba a la rosa con un cerco. Ese es el concepto de la cultura hoy. Lo triste es tener una rosa y tener que defender sólo esa porque no tienes capacidad de generar un jardín. Mejor sería tener una pradera con todo tipo de flores y arbustos ¿no?"

04 de abril de 2006, 12:43.

Andrés Morte, ha llegado desde Barcelona para hablarnos de gestión cultural, de la que conoce hondo en su Cataluña natal y también de la nuestra. Es que a diferencia del madrileño José Ortega y Gasset, este catalán no se limita para opinar como ave de paso. Entonces, se mete con temas coyunturales como el flamante Plan Estratégico Cultural, el cierre de un cine, los subsidios al teatro o los frustrados intentos por lograr la film commision provincial.
 
"Pienso que se debe empezar a hacer política cultural con un plan estratégico. Debe servir para crear una radiografía del sector, darle soluciones a los déficits, y rentabilizar los beneficios. Se puede formular en dos años y hay que empezar a dar soluciones a partir del segundo o tercero. No se puede estar cinco años determinándolo. Y más en momentos en que la cultura se reinventa rápido, porque las nuevas tecnologías van cada vez más aceleradas. Los planes estratégicos tienen que ser ágiles y permitir aggiornarlos cada dos años".
 
- La primera inquietud que presentaron los artistas fue la de separar al Ministerio de Turismo y Cultura en dos áreas independientes. ¿Cuál es tu postura?
 
- Yo estoy a favor de que Cultura sea cultura, y Turismo sea turismo. Es curioso porque este ministerio es más propio de los años '80 en Europa que del 2004.
 
De todos modos, cultura y turismo tienen lazos de interconexión en visibilidad de ciudad, en promoción, turismo cultural, es decir que hay elementos en los que pueden trabajar perfectamente. Pero a la hora de generar políticas culturales, lo debe hacer un ministerio dedicado a la cultura y otro dedicado al turismo. También depende del presupuesto que puedan tener. Si es chico, pueden entre ambos crear voces económicas que puedan ir de un lado hacia el otro. Generalmente el presupuesto que llega a cultura es el más pobre.
 
A propósito del reciente cierre del Cine Teatro Gran Rex, hace apenas tres meses, Morte sugiere que es en esos casos donde el plan estratégico tiene que determinar cuáles son las zonas de uso cultural que se deben preservar en una ciudad.
 
"Se planifica urbanísticamente. Esto existe en Barcelona. Los espacios que fueron de uso cultural no pueden ser usados con otros fines. Eso está legitimado en las leyes de urbanismo siempre y cuando no dañe al empresario. En ese caso, lo que el Ayuntamiento hace es tratar de ayudar a vender o comprar el solar.
 
En el caso del Rex tendría que ser el conjunto de la comunidad también el que dé propuestas y el Ayuntamiento definir si es un cine histórico, si se puede convertir en una filmoteca, si puede interesar a una multinacional para una subvención".
 
- Siguiendo con las ayudas económicas, ¿cuál es el teatro subsidiable, si lo hubiese, y en tal caso, qué aspectos se deben solventar?
 
- Lo importante es potenciar valores creativos, la nueva producción. Pero no solamente eso, sino crear espacios de visualización. Por eso es importante buscar espacios donde los artistas puedan expresarse. Ayudar a que tengan infraestructura para desarrollar sus actividades. La creación es una lógica evolución del comportamiento formativo de las personas. Debería funcionar como eran los casales, los ateneos anarquista de 1930, o los de las colectividades. Funcionaban para fomentar la cultura del ocio. Es importante mantener esas estructuras de generación de cultura porque es una continuidad lógica de la enseñanza.
 
Entre el '97 y el 2000, el catalán creó la Oficina de Cine "Barcelona Plató". Un año después firmó un convenio con el Sundance Institute y colaboró con Robert Redford en un proyecto de difusión del 7mo arte. Conocedor de las potencialidades del celuloide, se apena de que en Mendoza no prosperasen los dos intentos por tener una film commision.
 
"Las films commision conllevan dos planes de éxito. Crean una ventanilla única de permisos para que se pueda rodar, y muestran a la ciudad como un set amigo para los rodajes. Mendoza cumple las condiciones. Es tranquila, con poca contaminación acústica , en el aire, los días son muy claros. Esos valores son importantes para el cine. Y también es importante que el precio de las locaciones no sea excesivo porque, si tú consigues que luego la ciudad tenga difusión, te va a dar más salida publicitaria que todos los folletos o los mapas que puedas hacer", asegura.
 
Huellas de identidad
 
Nunca viajes conmigo. Dice como advirtiendo a todo aquel que se empeñe en seguirlo. La frase titula al último libro de foto-poesías, todavía en proceso de elaboración. Planea mostrarlo dentro de dos meses en alguna galería de Barcelona.
 
Se trata de un libro de viajes con sus pies retratados en los hoteles del mundo. Es él quien toma las fotografías, las trabaja en Photoshop y después las transforma en murales de un metro por ochenta centímetros. El trabajo es una reflexión sobre la falta de identidad de los hoteles que lo han tenido de huésped.
 
"Las personas como yo, policreativas, confundimos mucho. Porque el resto se pregunta "¿cómo este señor es novelista, es director de teatro, es gestor?" Entonces, yo a ese nivel soy un hombre del Renacimiento, más cercano a un Leonardo Da Vinci que a un señor que escribe cincuenta novelas y después no tiene nada que contar. Me interesa la cultura como un método de prospección y de introspección. Sabes lo que pasa, que la cultura cada vez tiene compartimientos más estancos, los críticos se encasillan ellos mismos. El literato tiene que ser el literato y los críticos tienen que entender muy bien el código de la literatura sino se confunden. Y la gente de teatro tiene que ver el teatro así (pone sus manos como si fueran anteojeras) y la de la ópera así (repite el gesto) Entonces es curioso porque la cultura cada vez es más histérica. En el sentido de “si me sacan del contenedor me vuelvo loca”.
 
Chéjov era un gran médico. Marañón era filósofo y doctor. Fassbinder no dormía y era director de teatro. A veces se considera que un escritor con cincuenta obras es rentable y un creador con cincuenta proyectos diversos no es rentable. Es un problema de mercado".
 
- Siendo tan ecléctico, ¿en cuál de las gamas artísticas en que te movés, te sentís más cómodo?
 
- Me siento más cómodo en la comunicación y en la información. Escribir una novela es tan fantástico como escribir una obra de teatro. Es como beber o comer, las dos tienen que ir. La disciplina que te da la literatura es muy importante, pero sin embargo, la inmediatez del discurso del teatro también lo es. Una novela es un proceso de dos años y una obra de teatro es un proceso de un mes.
 
Yo soy un gran curioso del mundo. Les doy a las herramientas creativas un uso personal. Es como una forma de apropiarse. Sobretodo ahora que la gente anda con tanto miedo de que se le apropien de las ideas. Yo les digo, -no tengas miedo de que se te apropien de tus ideas si no tienes ideas-. Yo como tengo muchas, me las puedo apropiar. (Desata en carcajadas)
 
Itinerario
 
Andrés Morte, y no Andreu -como dice que lo llaman- tiene 48 años. Nació en Barcelona bajo la mirada de un padre anarquista y una madre republicana catalanista. Actor cómico: En su adolescencia, en las entrañas de un teatro amateur. Luego estudiaría en Zurich, Ludwigsburg y Nueva York para volver a las artes escénicas con La Fura dels Baus. Políglota: Habla español, catalán, inglés, alemán, italiano y francés con acento mayorquí. Gestor: En Suiza se inició como agitador de centros de arte, teatros mínimos, cines de bolsillo y festivales de música no comercial. Director: Del teatro Mercat de les Flors. Escritor: Tiene una novela “Tierra caliente” y un libro de poesías en preparación Nunca viajes conmigo. Programador: De L’Antic de Barcelona.
 
Una performance en el ECA
 
¿Qué tienen en común, además de ser notables directores de cine, Rainer Werner Fassbinder, Federico Fellini, Jean Cocteau, Luis Buñuel y John Cassavetes? La respuesta promete darla Andrés Morte en un diálogo cruzado entre los cinco cineastas.
“He tomado sus opiniones, y a partir de ellas he generado un texto teatral. Los he cogido como personajes porque son eso además de ser grandes creadores”, adelanta sobre el trabajo de “5&Collage”.
Ese, más una adaptación del texto de Sylvia Plath “Bastarda”, propuesto para seis personajes femeninos forman parte del espectáculo que podrá verse hoy en el Espacio de Arte Contemporáneo (9 de Julio y Gutiérrez) a las 19.30.
La muestra que en total durará unos veinte minutos es el resultado final del taller de teatro y lenguaje cinematográfico que Morte dictó del 25 al 31 de marzo, organizado por el Grupo 85 de Ciencias Políticas de la UNCuyo.
Los actores y comunicadores que participan fueron seleccionados por el Instituto Nacional del Teatro.
En enero, “5&Collage” se presentó en L’Antic Teatre de Barcelona y el proyecto es financiado por la Unión Europea.
“Bastarda”, arrancó en marzo también en L’Antic planteada en los seis idiomas de las actrices que provienen de distintos países. En España, ambas obras ya cuentan con la aceptación del público que presenció los espectáculos.
 
Programador del teatro “off”
 
L’antic teatre es uno de esos reductos que resisten a programar una cartelera comercial. Funciona en el mismo barrio viejo donde se emplazan otras salas tradicionales. A metros del Palau de la Música Catalana, L’antic es un bastión del teatro “off” de Barcelona. Andrés Morte ha ido y venido como programador de la sala. El proyecto que tiene montado allí es similar a lo que se proponía hacer en el teatro municipal. “Yo quería que fuera el reflejo de la nueva creación. Y entonces los periódicos decían que los teatros municipales tenían que ser teatros del establishment. Pero yo quería hacer uno plataforma de futuro. Entonces me fui al Antic”. Funciona como un espacio alternativo que reúne a diez mil socios. La comunicación con ellos se hace vía E-mail. “El Antic es fiel al tiempo que vive. No es autorreferencial, hace referencia al colectivo donde está encuadrado. No está pendiente de que salgan críticas, pero el tipo de teatro está muy bien definido, muy bien dirigido, sabe a qué público va, todo es riesgo, innovación”, y agrega “Hay un proceso en las nuevas tecnologías del que si no estás al corriente vas a perpetuar lo que existe. Es que a la cartera de cultura siempre llegan los más tontos o los más inocentes”.
Por Silvia Lauriente - Fotos: Marcos García

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