Durante la mañana de ayer los alumnos y unos pocos profesores, en el marco de una asamblea inter claustros, llegaron a conclusión de mantener la medida de fuerza a pesar de haber recibido una propuesta de parte de la rectora, María Victoria Gómez de Erice,  de sentarse en una mesa de diálogo para que los alumnos planteen sus quejas.
Según se supo, la negociación entre las autoridades y los alumnos se ampliará durante el fin de semana, y recién el lunes se realizará una nueva asamblea para decidir el cese o no de la medida.
Todo comenzó con la solidarización del Centro de Estudiantes con el paro docente. Pero cuando el resto de las facultades volvieron a clases, el miércoles pasado, en Filosofía y Letras continuaron con la toma.
“Pedimos que no haya trabas burocráticos para los alumnos ni elitización, que podamos trabajar y estudiar, la eliminación de las correlatividades y la triplicación de becas, eso por un lado, además de la libertad de expresión, que no nos impongan símbolos religiosos y por último la solidaridad activa de la universidad con los trabajadores de la provincia que están en lucha”, comentó Sergio Cancio, de la comisión de difusión conformada por la toma.
La toma ha dejado sin clases hasta el momento por 11 días a 5 mil alumnos que cursan en esa facultad y muchos otros que concurren a posgrados. La intención del decanato es que cuando la medida concluya se recuperen las horas cátedra perdidas.
“La idea es procurar destrabar el conflicto, escuchamos el pedido del alumnado y hay aspectos que nos competen a nosotros como autoridades de la facultad y otras que competen a otros ámbitos de orden universitario y nacional. El lunes, antes de que se haga la asamblea, les acercaremos nuestras inquietudes para que esto se resuelva porque queremos que no se pierda la mesa de setiembre, dijo Adolfo Cueto, decano de Filosofía y Letras.
Leandro Sturniolo lsturniolo@losandes.com