-El año pasado, con la presencia del vicedirector del Reina Sofía, entre otros, tuvo un marco de discusión de primer nivel. ¿Qué pasa este año?
-La convocatoria que hicimos apuesta fuerte a mantener ese nivel de discusión que tanta falta nos hace en la provincia. Hemos invitado a académicos de primer orden en el contexto latinoamericano, se trata de actuar desde lo local, con proyección global. Esto nos permite abrirnos a perspectivas de más largo alcance. Esto es importante en la medida en que los que estamos en el campo del arte, podemos trabajar con mayor proyección y crecer. El futuro del arte entre nosotros depende de la posibilidad de que nuestros artistas puedan tener las mismas condiciones de producción que en los grandes centros. El arte y la cultura son recursos valiosos que pueden generar cambios en la economía y en la sociedad.
-La cultura como recurso es un tópico que viene discutiéndose en varios foros. ¿Cuál es su posición al respecto?
-Bueno, es algo que hay que discutir seriamente. Lo que significa que debe ser un tema para todos los \"hacedores\" de cultura. Nuestros políticos tienden a trabajar únicamente lo más externo, el maquillaje, de las políticas culturales, cuando no dejan todo a la desidia y el abandono. Basta un ejemplo. Un amigo mío, especialista en arte argentino, de paso por la provincia, me pidió que lo llevara a ver arte mendocino de principio de siglo. Imposible, porque no tenemos museos. El Fader funciona como una sucursal de una galería de Buenos Aires. El de Arte Moderno, como una galería privada. El único espacio que cumple su función es el ECA. Pero todo sin presupuesto, se actúa semi-profesionalmente. El año pasado se reclamó una política cultural de Estado, como respuesta se incluyó cultura entre turismo y deporte.
-Volviendo al Coloquio. ¿Cuáles son los problemas del arte latinoamericano actual?
-Se intenta crear un espacio de construcción de políticas culturales de largo plazo. Esto es una necesidad perentoria. A medida que la corriente cultural actual se va constituyendo y organizando, emergen los nuevos escenarios de la producción de la obra de arte, de su valor y de su sentido, espacios que ponen en juego de nuevo las intrincadas y conflictivas relaciones entre lo local, lo nacional y lo transnacional, y que obligan a redefinir las posiciones de todos los productores, grandes o pequeños, celebrados o desconocidos, a los críticos, a los coleccionistas, a los intermediarios, a los conservadores, en una palabra, a todos los que algún negocio tienen con el arte y que, al vivir para el arte y del arte, se enfrentan en unas luchas de competencias en las que se pone en juego la definición de sentido y valor de la obra, la delimitación del mundo del arte, la definición de lo que es un artista y la legitimidad de los propietarios de la cultura. De los posicionamientos que surjan será posible trazar algunas coordenadas-
-Estamos en otro momento o etapa cultural. ¿En qué sentido esto se relaciona con la “condición posmoderna”?
-Para nosotros el momento histórico es “posmoderno”, si se lo entiende como un proceso de imposición de una cultura organizada sobre los ejes del supermercado, el hotel cinco estrellas y el shopping, claro bordeado de villas miserias, es en este contexto donde adquieren significación las categorías puestas en juego en el discurso de la teoría del arte latinoamericano.
En efecto, sería necesario discutir esa visión \"posmoderna\" y \"débil\" que se nos presenta como una nueva \"modernidad\", aunque se declare pos-, se trata de una corriente que podemos tratar en términos de un nuevo \"lenguaje internacional\" fuertemente ligado a la agenda única con que el mercado reestructura la esfera pública, sobre todo porque aparece cumpliendo una aparente función contra-pública en tanto introduce temas locales o formas de enunciarlos que parecen improductivos para la hegemonía mercantil, pero dan lugar a una nueva \"homogeneización\", pues sólo son locales cuando \"la diferencia no es conflictiva\".
-¿Podríamos decir que se trata de una ruptura, un quiebre?
-En efecto, el proceso histórico-social latinoamericano contemporáneo se encuentra en un punto de inflexión. Del estruendoso fracaso de las políticas neoconservadoras hasta las actuales búsquedas de alternativas para la construcción de sociedades democráticas y pluralistas, existe toda una serie de propuestas culturales y artísticas que es necesario analizar y evaluar. Esto implica una revisión de los acontecimientos recientes para repensar las continuidades y rupturas del pensamiento crítico de los ’70, hoy que se ven claramente las consecuencias nefastas de estos procesos sociales.
-Esa teoría crítica que Ud. reclama, ¿cómo podemos definirla?
-Los nuevos modos de producción, circulación y apropiación del arte han vehiculizado esa nostalgia del presente, ese humor de la derrota, ese desarme conceptual e ideológico propio del posmodernismo de fin de siglo que intentó vaciar, silenciar y no mostrar aquello irrepresentable: la violencia del terrorismo de Estado como condición permanente de las democracias neoliberales.
Dentro de esta línea, el arte latinoamericano fue visto como un paisaje crepuscular de signos entreverados, como un fútil escenario promiscuo y vacilante y sobre todo como un anuncio apocalíptico del fin de las ansias de intervenir apasionadamente en la historia.
Esta tendencia no apunta únicamente a un conflicto entre narrativas estéticas. Nos coloca en el centro del espacio público transnacional e implica lo que hoy se juega en el intercambio entre culturas. Como sostiene Barbero, tiene que ver con recuperar la dimensión simbólica de la política.
Nuestro interés es debatir estas perspectivas y problemas del arte latinoamericano contemporáneo, para lo cual invitamos a todos los interesados, no sólo especialistas, sino también a los amantes del arte, pues el aporte de todos es valioso para la construcción de un proyecto.
II Coloquio Internacional de Arte
El II Coloquio Internacional de Arte Latinoamericano, que girará en torno de la crítica, la historia y la teoría del Arte, las continuidades y rupturas en el nuevo siglo cultural, comenzará el miércoles 24 de este mes para concluir tres días más tarde en el Centro de Congresos y Exposiciones, Peltier 611, de nuestra capital, con la organización de la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo y el auspicio de importantes empresas nacionales.
Entre los participantes se cuentan estudiosos del Arte Latinoamericano y su problemática actual como Joel Capella Lardeux (Francia), Gerardo Mosquera (Cuba), Elida Tessler (Brasil), María René Canelas (Bolivia), Ticio Escobar (Paraguay) y Cristina Rocca (Argentina), entre un nutrido grupo de intelectuales, muchos de ellos de distintos lugares del país, quienes debatirán en torno de temas como la problemática emergente del Arte Contemporáneo, La Crítica y la Producción Artística y El Arte y la Política, entre otros. La participación este año será igualmente muy amplia, con estudiantes, catedráticos y profesionales, muchos de los cuales ya han registrado su inscripción. La inauguración será el miércoles 24 a las 11 en el Centro de Congresos y Exposiciones. Posteriormente habrá mesas redondas y conferencias magistrales.
Detalles para una mayor información sobre el tema: teléfonos de la Fadiunc (Secretaría de Extensión), 0261-4494057, Fax 4494128, o en los e-mail: coloquioartelat@fad.uncu.edu.ar La inscripción continuará hasta el 22 de este mes.