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Los Andes-Sábado 15: Un programa radial sobre ciencia y arte

Hay quienes sostienen que el mundo no hubiera aceptado tan abiertamente las ideas de Einstein si no hubiera visto antes un cuadro cubista. O que el Impresionismo nunca hubiera nacido de no ser por un indispensable aporte de la química: los pomos de pintura.

17 de octubre de 2005, 13:03.

Aunque cierta visión de la ciencia se empeñe en demostrar lo contrario, los vínculos entre arte y ciencia -campos aparentemente alejados entre sí- han sido más que estrechos. Ejemplo de esto es el modo en que los adelantos científicos y los movimientos pictóricos se han ido influyendo mutuamente a lo largo de los últimos mil años. O, sin ir más lejos, hace poco más de un siglo, la aparición del cine da origen a una de las más concretas relaciones entre ambas. Bajo esta convicción, una doctora en astronomía -Beatriz García- y una cineasta -Cristina Raschia- se unieron para ponerle voz a “Certeza Cero”, el programa radial que va los jueves a las 14 por FM UTN (94.5).
A partir de trabajar juntas en el Ciclo de Cine Científico -que tiene lugar en esa misma casa de estudios y del cual ambas son responsables- en junio de este año se animaron al “aire”.
Las conductoras explican que semana a semana el programa gira en torno a una noticia científica- publicada en alguno de los medios gráficos de Argentina- que les resulta interesante. “En base a esa noticia, buscamos las maneras en que el tema pudo haber sido mostrado en otros ámbitos que no sean el científico, especialmente en la literatura y el cine”, cuenta García. Por su parte, Raschia hace una recopilación de las películas que han tratado el tema y realiza una crítica de las mismas.
Ahora, ¿cómo la cineasta se acercó a la ciencia y la astrónoma al arte?, es otro tema. “Lo mío tuvo que ver con un documental que tuve que hacer para el observatorio científico Pierre Auger, lo que implicó que indagara en la física cuántica, acerca de lo cual sabía poco y nada. Comprobé cómo a partir de estas teorías se ingresa en un terreno que tiene vinculación muy directa con el arte, porque justamente se trata de cosas que no vemos ni vamos a ver nunca, y por lo tanto tenemos que imaginar. Entonces nada mejor para ilustrarlas que la imaginación de los artistas”, argumenta Cristina. Por su parte, Beatriz, se confiesa apasionada cinéfila desde la infancia.
Entre los atractivos temas que hasta el momento se han tratado en el ciclo están: “El cerebro de Einstein”, “La ciencia y los mitos”, “La guerra de los mundos”, “Sesenta años de Hiroshima”.
Continuando con la argumentación acerca de las relaciones entre ambos tópicos, la astrónoma afirma que “la física moderna guarda grandes analogías con las artes en general, no sólo con las audiovisuales, sino con la música, la danza y la literatura”. A lo que Raschia apunta: “Hay temas que están desarrollados desde la literatura mucho mejor de lo que se pueden comprender desde la ciencia fría”.
Ambas se esfuerzan por poner en tela de juicio cierta idea que tiende a considerar a la ciencia como un espacio de absoluta neutralidad y fuera de toda vinculación con la actividad humana.
“Esto tiene que ver con todo un debate acerca de cuál es el papel del científico en la sociedad. El hecho de que se piense que la ciencia es algo aburrido es culpa de nosotros los científicos y tiene que ver con la falta de aplicación de esos conocimientos a la vida cotidiana. Es sin duda una visión muy parcial de lo que es el mundo de la ciencia, parece que todo se redujera al ámbito del laboratorio.
“Para poder desarrollar las ciencias uno tiene que ser una persona muy mezclada con la vida, porque la ciencia es producto de la época que te toca vivir”, concluye la científica.
Por Eva Rodríguez

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