Pero han aparecido en la escena algunos “actores políticos”, mal me pese porque me considero un hombre inquieto por las cuestiones políticas y porque considero a la política como una actitud de servicio tras el bien común y general para todos los habitantes de la Tierra.
Pero además de participar en la vida política, quizás sin prensa (léase “El hombre que esta solo y espera”, como es la inmensa mayoría del pueblo argentino), voy a permitirme opinar en algunas cuestiones técnicas y políticas, con algunos criterios que me han dado mi larga trayectoria en la vida académica en diversos escuelas secundarias y en la Universidad, y también pública.
Me ha movido a contestar que, como dije anteriormente, algunos “actores políticos” han aparecido a través de un medio televisivo, un canal por cable, invitando a una discusión democrática y conducente al bien general.
Por lo tanto, desearía saber qué estudios corroboran las intencionadas expresiones, tanto de la Multisectorial como de los “actores políticos”, de que la explotación de la mina de uranio produce contaminación, tanto en las aguas del río Diamante, como los vegetales o la ganadería de la zona, que nos impidan vender esta producción. Si estos estudios existen, el pueblo de San Rafael necesita conocerlos.
Los únicos estudios que conozco son los presentados por la Comisión Nacional de Energía Atómica. Pero además conozco los análisis realizados por colegas míos, pertenecientes a la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo, donde no me cabe ninguna duda de la idoneidad y la honestidad de esos profesionales, que realizaron a lo largo de diez años -y continúan efectuando- dichos análisis.
Es cierto que los residuos sólidos y líquidos no han sido tratados. Se los denomina pasivos. En la Biblia se dice “quien pueda tirar la primera piedra que lo haga”. Me pregunto, señores “actores políticos” y algunos integrantes de la Multisectorial, ¿ustedes no tienen pasivos? Todos participan de la vida política, en diversos cargos, todos expectantes a lo largo de muchos años, ¿qué hicieron por el perfil productivo que tanto defienden hoy?; para ello que me expliquen por qué la cantidad de hectáreas abandonadas e improductivas, por qué el abandono de la población rural y también urbana, por qué la sumisión ante los intereses económicos, fundamentalmente de grandes empresas de origen extranjero (no soy chauvinista) que desvirtuaron la característica de nuestra explotación agraria y la desaparición de la figura del contratista, la cual era una forma de distribución de riquezas. Quizás digan que el motivo es la posible explotación de la mina de uranio.
Y ahora quiero referirme a la expresión “actores políticos”, bien entre comillas porque realmente lo siento así. A los actores, el director les da un libreto que lo aprenden de memoria, y lo repiten. A veces estas acciones son retribuidas o no. El director (en San Rafael se intuye quien es) escribió el libreto y se los pasó a los actores. Y lo repiten. Pero quienes se dicen conductores de esta sociedad entiendo que deben ser más prudentes, más serios en las opiniones, estudiar y valorar todas las acciones. Han salido a opinar sin conocer realmente, con el solo afán de tener presencia en los medios de comunicación. O bien los mueven otros intereses.
Nunca me gustó ser contestatario solamente. Por lo tanto trataré de expresar mi opinión (han pedido que opinemos).
La energía nuclear es una de las fuentes energéticas que han sido desarrolladas intensamente. En nuestro país representa, en la oferta energética, aproximadamente el 15%. Dentro de las energías provenientes de recursos naturales no renovables es la que menos contaminación produce. Y a su vez la CNEA, desde sus orígenes, ha sido pionera en el desarrollo científico, reconocida internacionalmente.
Indefectiblemente la preponderancia de este tipo de energía va a ir en aumento. Los recursos petroleros en nuestro país no llegan a los diez (10) años, teniendo en cuenta el consumo actual. Los recursos gasíferos son más importantes (aproximadamente 25 años de reservas).
Pero no hay que olvidar que (los “actores” no dijeron nada) se está exportando petróleo, derivados y gas natural, corriendo riesgo nuestro abastecimiento, como quedó en claro en este último invierno, debiendo importarse gas natural de Bolivia y fueloil desde Venezuela.
Se puede justificar y decir que Mendoza alcanzó grandes volúmenes de exportación (en el año 2000, las exportaciones fueron de 430 millones de dólares, correspondiendo 200 millones a combustible y energía). Del desarrollo energético a través de las fuentes hidráulicas aún no se habla mucho. Hasta el momento no hay una política energética definida para la Nación .
Que no me cabe duda que nuestra Nación ha sido arrasada por cierta dirigencia nacional e internacional; por lo tanto, todos tenemos pasivos. En la actividad comercial esto se llama quiebra o concurso de acreedores y se hace un acuerdo, a efectos de mantener las fuentes de trabajo.
A mi entender, se debe hacer un acuerdo entre la CNEA y el pueblo de San Rafael para que esta explotación minera se ponga en marcha y simultáneamente, con un plan similar a los acuerdos de acreedores, para que se remedien todos los pasivos. Todo dentro de la ley, decía un gran estadista argentino.
Que la generación de doscientos puestos de trabajo en forma directa y seiscientos más en forma indirecta -todos de alta capacidad técnica- es muy significativa para una sociedad que tiende hacia la desocupación. Reitero, siempre que se cumpla con la ley.
Los aspectos ecológicos y de desarrollo sustentable deben ser tenidos en cuenta, pero también debemos hacerlo con toda la producción, propia o extranjera. Recuerdo las trabas que siempre pusieron las grandes potencias, haciendo uso de estos criterios.
Lo ecológico no es más que uno de los factores a tener en cuenta en los grandes emprendimientos. Desde el punto de vista social, el costo del eventual deterioro ambiental debe compararse con los beneficios económicos y humanos brindados a la nación por una obra determinada.
El instrumento indispensable para conciliar las exigencias del desarrollo nacional y la necesidad de proteger el medio natural es -tal como lo estableció el Decimocuarto Principio de la Conferencia de Estocolmo- “la planificación racional” y, debemos agregarle, soberana.
El Dr. Alberto Katan, del Taller de Ecología de la UCR (marzo de 1984), dijo: “Levantar la bandera de la contaminación como única y principal insignia del movimiento ecológico latinoamericano es un cipayismo”.