Dejó un bagaje de recuerdos y anécdotas que lo volvieron a la vida, esta vez, en boca de una de sus amigas más cercanas: la vicedecana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (UNCuyo), Graciela Cousinet.
Ella lo invocó así: “Siempre fue brillante. Era una persona muy polémica, famoso por sus discusiones de pasillo, que todo el mundo se acercaba a escuchar porque sabía mucho de filosofía y siempre ganaba los debates contra la derecha. Era muy irónico y tenía un humor ácido. Fue muy generoso, muy buen amigo. Amaba el cine y el tango. Podíamos estar horas escuchando sus anécdotas”.
Mario padecía de mal de Parkinson hacía unos 8 años y su enfermedad se agravaba con el tiempo. “Estamos todos muy impactados. Pero Mario nos fue dejando de a poco, por su enfermedad que lo fue aislando”, comentó su amiga.
Antes solía encontrárselo en los bares, en el cine, en la universidad dando clases. En la época de la dictadura, además de ser profesor, fue periodista de la revista Clave, una publicación política y cultural. Fue esta actividad la que le valió una semana de cárcel en aquellos años.
Al quedar cesanteado tuvo que buscar otro sustento. Fue entonces cuando comenzó a vender perfumes. Más tarde, comenzó a proyectar películas en el cine Selectro, sobre todo las críticas, dentro de que lo que la dictadura le permitía. “Siempre fue alguien que trató de militar desde el lugar en el que se encontraba”, comentó Cousinet.
Con el regreso de la democracia completó más de 30 años de servicio en la UNCuyo. Se desempeñó como docente titular, consejero directivo y director de la carrera de Sociología. Ayer, la facultad estuvo de duelo. /L.V.