"Vida, nada te debo", título de la muestra, es una cita de un poema de Amado Nervo a la que Eliana recurría constantemente. Así expresaba su idea de haber cumplido con los requerimientos más vitales, que ella supo imprimir en términos de arte, haciendo de su propia vida una muestra de un necesario proceso de creatividad. Esto se pone de relieve, sobre todo, en la última etapa donde tuvo que luchar contra una dolorosa enfermedad, lo que la movió a seguir trabajando con la misma o mayor entereza que había puesto hasta ese momento. Debía dar testimonio de la posibilidad humana de crear -siempre crear- aún en las peores circunstancias. "Nada debía a la vida". Todo lo había dado.
Es nuestra intención mostrar un conjunto de fuerte impacto visual y a su vez, emocional y afectivo: el reflejo de una cotidianidad que la desveló, el impulso vital y la amplia gama de su universo poético. Con tal objetivo hemos reunido cuatro grupos de obras vinculadas en cada caso por su contenido y temática: Condición Humana, Las Manos, Los Personajes y Los Frottages.
Estos grupos de obras seleccionadas son eslabones de un mismo espíritu abierto a la experimentación creativa y desocultamiento de sus obsesiones relativas al dolor, a la injusticia y a la violencia, lo que permite decir que una vocación humanista recorre sus esculturas. Paralelamente, Eliana no deja de mostrarse, revelando así la vocación autobiográfica que efectivamente también sella la totalidad de su obra. / Natasha y Tania Driban Molinelli