Aveces se espera que los grandes planes de desarrollo partan de gobernantes o de poderes constituidos, con olvido de que realmente los interesados son quienes pueden impulsar su propio crecimiento y su mayor bienestar. Las Heras es uno de los departamentos más postergados de Mendoza, aunque cuenta con riquezas y posibilidades de desarrollo verdaderamente formidables. Desde la minería hasta el turismo y desde la agricultura hasta la industria, Las Heras puede crecer a poco que con inteligencia, mesura, honestidad y creatividad, se convoque a quienes pueden realizar las inversiones necesarias.
Por su parte, el poder político del departamento, acompañado por la clase política mendocina, deberá pergeñar cursos de acción que posibiliten la radicación de fuentes de trabajo y de producción.
La idea es la de implementar una política de Estado que permita diseñar planes de largo alcance, para 10 o 15 años, con el apoyo crítico de todos los sectores. Pero se debe hacer una salvedad: a veces personas y dirigentes poco advertidos creen que hacen un servicio a la sociedad en su conjunto tratando de implementar en todas las áreas conflictivas las denominadas “políticas de Estado” que en realidad no tienden más que a retirar de la discusión pública los temas más candentes y problemáticos y esto no es una política de Estado sino la política del avestruz.
Una política de Estado no impide la discusión de las ideas, sino que convoca a los mejores a desarrollar cursos de acción previamente acordados que, en líneas generales, pueden ser sostenidos en el mediano y largo plazo por administraciones de distintos signos políticos. Es lógico que los ideólogos del Partido Demócrata discrepen con los del radicalismo o los del justicialismo -y éstos entre sí- acerca de la valoración y el tratamiento de los problemas de la comunidad; pretender lo contrario sería querer condenar a la sociedad a una estéril uniformidad. Lo que sí pueden hacer los partidos políticos es encontrar el mínimo común múltiplo que impida que las diferencias se conviertan en palos en la rueda que impidan gobernar y que, en definitiva, terminen perjudicando a la ciudadanía.
Por esto nos parece atinado que la Municipalidad de Las Heras haya encargado a técnicos en economía pergeñar salidas para la problemática de aquella localidad, con el auxilio de más de 4.000 opiniones de sus vecinos. Paralelamente, los lasherinos han buscado coincidencias con Lavalle y con los municipios de Calingasta y Sarmiento, en San Juan -Argentina-, y de las regiones Quinta y Sexta de la vecina República de Chile. Esta búsqueda de coincidencias y de propósitos de integración y desarrollo se concertó en la creación de la Microrregión Intermunicipal Cuyano Andina (MICA), que se desarrolla y abarca una extensa región de la Argentina y de Chile atravesada por el eje carretero denominado Corredor Bioceánico que une el Atlántico con el Pacífico, una vía estratégica para el Mercosur.
Es extraordinario que una comuna de Mendoza, grande en extensión y población y restringida en sus tremendas posibilidades por escasez de recursos presupuestarios oficiales, haya concebido y esté dispuesta a concretar una iniciativa de tanta magnitud. No obstante, debe alertarse sobre la inclinación -demasiado humana- de hacer grandes planes, si no se tiene el firme propósito de apostar todas las fichas al éxito de la iniciativa. Es decir que no basta con planificar sino que hay que realizar.
Las Heras está en excelentes condiciones para crecer y el diagnóstico y las medidas generales contempladas en el estudio son ambiciosas pero posibles de realizar, con la sola condición de que se conciten las mejores voluntades de Las Heras y de los demás departamentos citados, y se gobierne para la microrregión con la mirada puesta en el bienestar general.
Una síntesis extrema permitiría reducir a los siguientes puntos lo principal del plan de desarrollo que analizamos: fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas del departamento, afirmar la Microrregión Intermunicipal, que conforman Las Heras, Lavalle y los departamentos sanjuaninos, Calingasta y Sarmiento, desarrollar Uspallata, promocionar los productos lasherinos, contribuir al manejo adecuado del dique Potrerillos y sus recursos, procurar la radicación de inversiones y la creación de fuentes de trabajo, robustecer el Parque Industrial Eje Norte y desarrollar los circuitos turísticos sanmartinianos, entre otros.
Bienvenida una política de Estado para asegurar el desarrollo económico y humano de Las Heras, de Lavalle y de otros departamentos norteños, siempre que ello no signifique coincidencia en minimizar los problemas sino compromiso para aportar, por parte de todas las fuerzas políticas, económicas y sociales, las soluciones y los esfuerzos que se requieren para hacer crecer a este entrañable rincón de Mendoza.