Voy a tratar de traerla desde el espacio que me permitió la gran amistad que nos unía, la admiración que le profesé, el respeto por su forma de ser.
¿Cuál fue la esencia de Blanca Escudero? ¿Los sueños? ¿Lo inasible? ¿Lo humano? ¿Una piel más sensible al amor y al dolor? ¿Las manos que le ardían si no escribía, unos ojos imperfectos si no leía? ¿O la ardiente paciencia de quien vivió impulsada por la luz del intelecto?
Blanca Escudero de Arancibia (nom de plume, Blanca Arancibia, como ella gustaba identificarse) veía al mundo por ojos, boca, piel, nariz, oído. A cada rincón, a cada vestigio del mundo lo palpó, lo olió, lo miró, lo probó, lo mordió, lo arañó, y después de sentirlo lo escribió (con tinta, con lágrimas, con sangre) y en medio de sus palabras lo amó, lo gritó, lo lloró, lo acarició, lo bebió, lo sembró, lo abrazó.
El poeta y el revolucionario están hechos de amor y de dolor. Y ella era ambas cosas. Poeta por su forma de vivir y de pensar. Revolucionaria por su afán constante de cambiar el mundo, por la excentricidad que la caracterizaba y que era una parte de su charme. A Blanca le dolía la condición humana. Le dolían la ignorancia y el autoritarismo, la historia oficial, el asesinato de sus amigos, el silencio, la violencia, el desencuentro, los cenáculos acartonados. Mientras tanto, era capaz de encontrar miradas ocultas bajo las flores, besos de esposa y madre en cada gesto cotidiano, en cada línea de sus libros, en cada vaso de vino compartido con los amigos.
Su poética fue el mundo, la literatura, sus investigaciones, su forma especial de comunicarse con los demás, sus estudiantes, su familia. Y sustentan esta afirmación, las miles de palabras que llegaron de cada rincón del planeta al darse a conocer la noticia de su muerte.
Ahora, que ya no está, viene el tiempo de los homenajes. Sus libros amados han sido donados por decisión suya y para persistir en la entrañable tarea de compartirlos con cada amigo, con cada estudiante.
La familia cedió sus libros la semana pasada, -por expresa voluntad de Blanca- a la Alianza Francesa de Mendoza, para que esta institución se convierta oficialmente en guardiana de este patrimonio y garantice la circularidad de estos libros, al servicio de la comunidad científica y del público en general.
La biblioteca de la Alianza Francesa llevará ahora su nombre. La donación consta de casi 1.500 volúmenes que comprenden dos riquísimas áreas: por una parte, la obra completa de Marguerite Yourcenar, libros y documentos que constituyen hoy la biblioteca más completa existente en América Latina sobre esta escritora francesa, y por otra, una vastísima colección de Literatura Francesa y Francófona en general.
Por otra parte, en lo que respecta a la obra escrita de Blanca Arancibia, por expreso pedido de los doctores Jean Bessière, de la Universidad de la Sorbona - Paris III, y Jean Pierre Castellani, de la Universidad de Tours y Miembro fundador de la SIEY - Société Internationale d´Etudes Yourcenariennes, será recopilada para su publicación. Su esposo, el arquitecto Hernán Arancibia se encargará personalmente de la recopilación de todos los trabajos, publicados y/o inéditos, realizados por Blanca, específicamente en torno a dos campos de investigación: Teoría y crítica literaria y Marguerite Yourcenar.
También han dispuestos sus pares en investigación y docencia literaria, que las próximas XVIII Jornadas Nacionales de Literatura Francesa y Francófona, que se llevarán a cabo los días 12, 13 y 14 de mayo de 2005 en la ciudad de Buenos Aires, sean en homenaje a Blanca Arancibia. Y además está previsto que el próximo número 2005 de la revista Francofonía será dedicado a ella.
Muchas han sido las personalidades del mundo intelectual y cultural que han hecho llegar sus condolencias ante la terrible pérdida, por lo que sería casi interminable la trascripción de las mismas. Esta página me ha sido dictada por el amor y la admiración por la vida y tarea de Blanca. Como una clase de reconocimiento, tardío empero, recojo y comparto con y para la sociedad en la que ella se moviera como un bello pez en el agua, algunas de esas líneas que sus amigos y compañeros del mundo entero hicieran llegar.
Dicen los que saben que el agradecimiento es el más efímero de los sentimientos humanos, y con mucha frecuencia parecen tener razón. Pero la gratitud es propia de los verdaderos amigos. Y estos homenajes están siendo planificados en base a eso: gratitud. Gratitud por lo que dio y cómo lo dio, por sus enseñanzas, por su ejemplo de fuerza y tenacidad, por su energía inagotable hasta en los últimos momentos, por su risa franca y por la nobleza de su corazón. Pero fundamentalmente, por esa luz esencial que irradiaba su sola presencia y que la muerte no apagará. Como un faro están sus libros, sus trabajos, su obra, el amor con que tejió la red que sustenta a su familia, los miles de recuerdos que deja entre los que tuvimos el privilegio de conocerla, de frecuentarla, de quererla.
Por eso no te digo adiós, Blanquita, ni te lo diré. Prefiero buscarte entre las líneas de los libros que amaste y enseñaste a amar. En la luz inconfundible que pervive en los ojos de tus hijos. En el recuerdo de aquellas canciones que nadie como vos cantará jamás, en el recuerdo de tus respuestas chispeantes, oportunas, inteligentes. En tu ganas de vivir, en tus alas, en tu risa.
A Blanca, mi amiga entrañable, a quien, repito, no me atrevo aún a decirle adiós, le hubiera gustado que estas líneas terminaran como comenzaron, con palabras de Magueritte Yourcenar: Uno sólo muere cuando está solo. En quienes la conocimos está la única posibilidad de luchar contra la muerte: recordarla en su vida y en su obra.
Y eso haremos.
Itinerario
Blanca Arancibia: Licenciada (1976; historia, crónica y literatura italiana) y Doctora en Letras (1988; literatura francesa), ambos títulos de la UNCuyo.
Especializada desde 1959 en literatura francesa y francófona y desde 1992 en teoría literaria.
En su Universidad recorrió toda la carrera académica, desde la ayudantía de alumnos (por concurso) hasta dos titularidades (Literatura Francesa y Teoría Literaria, Letras).
Recibió varias becas y subsidios de gobiernos extranjeros (Francia, Canadá), invitaciones oficiales como personalidad extranjera (Francia), un importante subsidio de la Cancillería Argentina para participar en congresos, conferencias y trabajos de investigación.
Publicó más de veinticinco artículos en revistas especializadas y otros en prensa ; veintiséis capítulos o papers en libros de varios autores y editados por uno de estos últimos, otros en prensa ; coeditó cinco libros, traducido y compilado dos; publicó un fascículo resultante de una beca de investigación ; colaboró en suplementos culturales y otras publicaciones del mismo tipo.
Participó activamente en mas de cincuenta congresos, coloquios, jornadas. En mayo 2002 fue invitada de honor en la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR y dictó la conferencia inaugural de las XV Jornadas de literatura francesa y francófona. En mayo 2003 fue electa Vicepresidente de la Asociación Argentina de Literatura Francesa y Francófona, con sede en la Universidad de Córdoba.