Para hablar sobre El Candil y los festejos por los diez años del programa radial, Julio y Laura estuvieron con Los Andes.
-Julio, contame algo de la historia de El Candil…
-Es un hijo legítimo de un programa anterior que salía en la FM alternativa "Porvenir": "Chapa y pintura", el cual se hacía en el café Soul cuando este café estaba en la calle Rivadavia. Cuando la FM "Porvenir" cerró ofrecí el producto a radio Nihuil y entonces allí nació "El Candil", que tiene su emisión de lanzamiento el primer domingo de noviembre del año 1995. Desde el comienzo tomó un perfil que tiene que ver con el pensamiento crítico, la crítica de espectáculos y comentarios de libros y de cine. Un programa de periodismo cultural, si es que tal cosa existe. Eso fue creciendo. Se fueron sumando intelectuales y artistas de aquí y de afuera, algunos como columnistas. De teatro, como Fausto Alfonso, o de ciencia, como Fidel Roig. Se diría que el programa fue conformándose de a poquito en una especie de 'referente' y de refugio de gente variopinta.
-¿Cuáles fueron los mejores momentos de El Candil?
-Me parece que los más polémicos. Aquellos en los que hay mucha dinámica y participación. Y algunos muy entrañables. Entre los más polémicos, cuando Patricia Rodón leyó su poema "Pornocaut", y hubo un récord de llamadas, a favor y en contra, algunas pidiendo que me levanten el programa. Un momento muy entrañable: cuando León Gieco, luego de un recital en Lavalle, atravesó una fuertísima tormenta de verano para llegar al estudio. Y el programa de nacimiento, la primera emisión, para mí es imborrable, en la cual le hice una nota a Alfredo Ceverino.
-¿Qué figuras de las que estuvieron en el Candil durante estos diez años recordás especialmente?
-Además de los que te nombré, de León y Ceverino... Don Ángel Bustelo, en una de sus últimas apariciones, o Fernando Lorenzo. Yo no sé si quedó alguien de Mendoza sin pasar... De todos modos nunca me fue fácil llevar gente ahí, en vivo, dado que el programa iba desde las doce de la noche del domingo hasta las tres de la mañana del lunes. No era fácil llevar gente en ese horario. Pero bueno, muchas veces fui yo con un grabador a hablar con Pinti, Víctor Heredia, Cecilia Todd, Luis Salinas y muchos otros.
-Ahora, contame algo sobre esta serie de espectáculos que celebran los diez años de El Candil...
-Son casi una devolución... A esta altura, después de diez años, yo digo que un programa cultural, no tiene oyentes, tiene cómplices... Entonces nosotros imaginamos, con mi hija Laura, cómo festejar, porque justamente me parece que no es poco haber permanecido durante diez años...
En realidad, se trata más que nada de un gustazo... Vienen Rep; Liliana Herrero, que viene a presentar su último trabajo; está Horacio Verbitsky, que hace mucho tiempo no pasa por Mendoza, y ahora viene a presentar su último libro; está Mempo Giardinelli... Y también artistas de Mendoza, que considero muy talentosos.
Entonces con mucho esfuerzo (y con algunas zancadillas, que me enaltecen) vamos a celebrar estos diez años...
-¿Cómo es lo de las zancadillas?
-Bueno... Jaime Correas, director periodístico del diario Uno, prohibió la difusión de cualquier noticia sobre estos festejos por los diez años de El Candil. No me molesta el ninguneo a mí… Pero con qué nivel de soberbia se puede ningunear a Rep, a Verbitsky, a Liliana Herrero, Cristina Banegas... Me parece, además, una falta de respeto a los lectores de su diario...
La otra zancadilla tiene que ver con la "indigestión" de Cultura de aquí de Mendoza, que sólo se dio por enterada hace un par de horas de este emprendimiento y ahora quiere participar...
-Ya que estamos, y dado que llevás diez años haciendo un programa cultural... Qué es y qué necesita la cultura en Mendoza?
-Me parece que una cosa es el concepto que se maneja vulgarmente sobre lo que es la cultura. Mucha gente lo entiende como la suma de espectáculos y actos culturales que se anuncian los fines de semana. Yo estoy más cerca del concepto antropológico. Para mí los modos de comportamiento de una sociedad reflejan su cultura. Y en ese sentido Mendoza es lo que es. Chata, mojigata, creativa... Me parece que tiene varios ingredientes. No hay una sola Mendoza cultural. Hay una que adelantó hace rato con Marcelo Santángelo; y otra que atrasa desde hace rato con Los Trovadores de Cuyo, por ejemplo. Creo que necesita herramientas, necesita una política de Estado, que hoy no existe. Tiene que haber una política estatal de cultura que permanezca sea cual fuere el gobierno de turno. Eso es lo que yo creo que necesita Mendoza como cualquier sociedad. Necesita tener previsibilidad respecto de las herramientas.
Por Ariel Búmbalo
