La nueva temporada que hoy inicia el Ballet de la UNCuyo supone profundizar algunos aspectos puestos en práctica en 2004 y que buenos frutos le dieron. Es decir, trabajar sobre distintos tipos de danza, sin descuidar la raigambre clásica; sumar coreógrafos invitados para que impregnen de su mirada personal a la labor del elenco; y apuntar a estrechar la distancia entre el ballet y su público, entre el ballet y la sociedad. “No queremos que sea un ente aislado”, insiste una y otra vez su director, Héctor Cavallini, quien el año pasado apostó fuerte con su versión de “Camila”.
