Ayer, más de 250 personas se acercaron para inscribirse como voluntarios y conocer los detalles del trabajo que deberán cumplir en tres semanas, una vez que concluya la etapa de capacitación que se iniciará hoy en la Casa de las Mujeres Mendocinas (Paso de los Andes 836). Los restantes días serán el sábado próximo y el siguiente con horarios de mañana y tarde.
Cifras que preocupan
Respecto de las tareas previstas -entre las que se cuenta un relevamiento puerta a puerta- una vez insertos en su campo de acción, las expectativas no son pocas. “Todo lo que apunte a mejorar la calidad de vida de la gente es positivo, porque implica una nueva posibilidad”, dijo Nancy Mavrich (48), maestra de la escuela Almafuerte. El ejemplo de Nancy es uno de los tantos que hacen revertir una de las caras más crudas de la realidad del país. “Me interesa ayudar porque cuando me enteré del grado de analfabetismo que existe, no lo podía creer”, recordó Erica Sagas (29), mientras esperaba el inicio de la reunión.
Es que esta iniciativa toma mayor relevancia si se tiene en cuenta que, de acuerdo a los datos del último censo nacional, unos 700 mil argentinos no saben leer ni escribir, mientras que en Mendoza ese número llega a 42 mil. Esa cifra, representa el 3,2 del total de la población mendocina.
Las extensas colas de gente coparon ayer las instalaciones de la facultad. “Superamos las expectativas. La respuesta de la gente ha sido muy buena”, analizó Fernanda Torrez, quien anotaba a los interesados en una de las siete mesas disponibles.
Para poder cumplir con su tarea, el Ministerio de Educación de la Nación les proveerá de 50 pesos mensuales para viáticos, además de un manual de alfabetización y un libro a cada voluntario. Los lugares en los que se desempeñarán los formadores serán bibliotecas populares, comedores comunitarios, escuelas y casas de familia. En esos sitios, unos cinco voluntarios dictarán clases dos o tres veces por semana durante cinco meses.
El único requisito que los futuros “maestros” deben tener es haber terminado el nivel medio. A cambio de su labor contarán con un certificado que registrará su participación en el plan. A los beneficiados también se les dará un comprobante de estudios iniciales completos.
Según indicó Sebastián González encargado del Área de Educación Popular de la Entidad, ésta es una puerta que se abre tanto para los educadores como para los beneficiados.