La recuperación de alamedas también había sido planteada por Daniel Cobos, investigador del Cricyt y la UNCuyo, en un proyecto para preservar viñas y arboledas.
La buena noticia para los defensores de las plantas es que en las cercanías del Club Banco Mendoza, sobre calle Liniers, se procedió a colocar cuarenta y nueve álamos criollos, en sustitución de una vieja alameda que había sido cortada hace 20 años y de la que quedaban tocones, que habían rebrotado y estaban dañados por fuego intencional.
“Nos encontramos con arbolitos de buen porte y desarrollo, plantados con las condiciones de infraestructura necesaria (agua de riego por la acequia y los correspondientes tutores”, fue la observación de Guiñazú y sus colaboradores, cuando vieron la tarea de los obreros municipales. Este equipo ambiental pidió atención para los plátanos y álamos de calle Viamonte. “Allí, plantearon, hay muchos ejemplares con la raíz cortada y al descubierto”.
El siguiente paso del equipo que conducen Oscar Fantacci y el asesor forestal Mauricio Ureta será descartar 80 plantas en mal estado vegetativo de la calle Besares y reponer con acer y moreras.
Por ahora la dotación de álamos que tiene el municipio es más o menos aceptable: se recibieron 200 en donación de Vialidad; otros se adquieren a $1 cada ejemplar y el vivero municipal está armando 2.000 estacas, para futuras plantaciones.
Próximos pasos
Antes que en Besares, tarea que tiene que ser aprobada aún por la Dirección de Recursos Naturales Renovables, las cuadrillas implantarán fresnos que reemplazarán a álamos y sauces secos, al 300 de la calle Boedo, en La Carrodilla. También se anunció la reposición escalonada de calle Zapiola, donde hubo que erradicar ejemplares muy decrépitos.
El ingeniero Ureta sostuvo que “estamos empeñados en recuperar alamedas; hay algunas todavía en peligro en Vistalba y Chacras; somos conscientes de nuestra responsabilidad en el tema, por lo que trataremos de dar soluciones escalonadas; sí pedimos colaboración a los habitantes, para que nos avisen cuando haya árboles dañados o enfermos”.
La comunicación puede hacerla el vecino en forma directa con la Dirección de Servicios Públicos al teléfono 4989962.
Contra el hormigonado de las acequias
Carina Médico, Flavio Moll y Juan Alberto Bustamante pertenecen al Consejo Forestal de Luján y en ese están haciendo campaña desde la ONG para que no se impida el acceso de agua a las plantas.
“El ciudadano común -sostienen los dirigentes- puede hacer mucho en esta materia, por ejemplo pidiendo que no se hagan hormigonados o sellados de acequias, que es el paso previo a la muerte de un forestal”.
Según estos militantes ecológicos debe dejarse un espacio o nicho de 1,20 m en la pared interna y base de cada árbol. “A veces las aberturas son selladas por algunos frentistas, o apenas miden 0,45 m a 0,70 m de longitud, y eso limita un riego medianamente aceptable”. Hay que recordar que en muchas zonas del Gran Mendoza para preservar la vida de los árboles, además del nicho, las acequias se impermeabilizan con piedras.