Pero también han tenido que informarse sobre política internacional en general y específicamente sobre el país que debían representar. Así, Agostina Deiana es la delegada de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad (uno de los órganos de la ONU, del que sólo participan 15 naciones) y debió buscar documentos oficiales de la Casa Blanca porque en Internet lo que más encontraba eran críticas a la posición de esa nación.
Más allá de las simpatías
“Mi país lucha por la libertad de los pueblos y la paz mundial”, cuenta y de inmediato se ríe y explica: “Es bastante difícil representar la postura de Estados Unidos, pero tengo que defenderla”. Sin embargo, cuando participa del Consejo de Seguridad se olvida de sus propias creencias y comienza a negociar con los delegados de otros países para establecer la agenda que más le conviene a su país.
Es que aquí se debe decidir por votación qué temas se van a tratar, a diferencia de los otros dos órganos del modelo -la Asamblea General y el Consejo Económico y Social- en los que ya hay dos temas definidos sobre los que deben opinar los países participantes. Este año, las temáticas incluyen los derechos del niño, el comercio internacional, la problemática de los gobiernos de países en vías de desarrollo y la incidencia de la pobreza en la reaparición de enfermedades.
Valeria Mosconi, de 1° del polimodal del Colegio Martín Zapata, estaba un poco nerviosa porque era su primera participación en esta actividad y había sido designada como embajadora de la Argentina. “Tenemos en contra que todos saben sobre nuestro país”, explicó. Pero su propuesta iba a ser que se firmara un tratado de unión latinoamericana para poder fortalecer el bloque ante los países más fuertes.
En cambio, Adrián Blejman ya dejó atrás las inseguridades y estaba preparado para desplegar sus mejores estrategias de discurso. Claro que también cuenta con otro elemento a favor: en dos ocasiones ha representado a Israel y este año tendrá que defender a Palestina. “Sirve bastante tener experiencia de otros modelos, como ya sé lo que va a decir Israel, directamente me voy a anticipar a eso, que es la mejor forma de dejarlos sin argumentos”, aseveró este alumno de 3° de polimodal del Colegio Universitario Central.
Lo que más puede impresionar a alguien que es testigo del funcionamiento de este sistema es el conocimiento que los chicos tienen de lo que sucede en el mundo, pero también cómo conservan en todo momento su personaje. Por eso, se tratan de usted entre ellos y también a los ex alumnos de colegios de la UNCuyo (ahora estudiantes universitarios) que colaboran como asesores de los “miembros de la ONU”.
Uno de esos colaboradores es Ramiro Pérez, que egresó del colegio Martín Zapata y en la actualidad está estudiando Economía y Ciencias Políticas. Aún así, el joven se había hecho un tiempo para estar el fin de semana abocado al modelo.
Las mujeres al poder
Federico Henríquez colabora en la organización del modelo de Naciones Unidas que se desarrolla este fin de semana en el colegio Martín Zapata y ha participado como miembro de la ONU en diversas oportunidades. Por eso señaló que el modelo de este año tiene una particularidad: que todas las presidentas de los órganos son mujeres.
“Ha habido una mejor organización porque se han sabido escuchar y sobre todo perdonar”, explicó el joven. Es que, lejos de conservar una distancia con su personaje, son muchos los chicos que se involucran y esto provoca situaciones casi cómicas. “Yo tuve que representar un año a Estados Unidos y todavía no me hablo con el que estaba por Corea del Norte”, recordó Federico.
El modelo
Es una actividad extra curricular que desarrollan alumnos de los colegios de la UNCuyo por sexto año consecutivo para emular las negociaciones de Naciones Unidas e intentar llegar a un consenso.
Participantes. Son 200 alumnos de 1° a 3° del Polimodal y estudiantes universitarios ex alumnos de los colegios.
Escenario. El colegio Martín Zapata, desde ayer y hasta mañana, de 8 a 20.