Esto, según la secretaria académica del Rectorado, Estela Zalba, se debe a la articulación que esta casa de altos estudios viene realizando con el Nivel Medio. “Están preparando a los chicos para rendir un examen integrando contenidos, como se hace en la universidad y eso los ayuda en el ingreso”, señaló. Este programa de articulación lleva tres años de aplicación.
En total, entraron 5.849 alumnos a las 11 facultades y al Instituto Tecnológico Universitario. Aquí están incluidos también los estudiantes que ingresaron a las carreras de manera directa, ya sea porque hacen el paso dentro de la misma universidad o desde otras casas de altos estudios.
Si bien los que se inscribieron fueron más de 13 mil, sólo se presentaron efectivamente a los cursos de ingreso 12.554. De ellos, 5.538 aprobaron el cursillo y 5.172 lograron matricularse.
De los chicos que se presentaron como aspirantes en los cursos, 83 fueron personas mayores de 25 años sin estudios secundarios completos.
La que tiene mayor porcentaje de aprobados es la Facultad de Artes y Diseño (89%) y, la que menos -descontando a Medicina, que tiene ingreso por cupo-, es Ciencias Económicas (41%).
Las razones están no sólo en la complejidad de la carrera sino también en las exigencias del ingreso. En el caso de Medicina y Odontología hay un cupo preestablecido que controla el número de estudiantes.
Tendencias
A la hora de analizar las estadísticas, los académicos notaron dos tendencias marcadas. Por un lado, la preferencia de los jóvenes por estudiar Filosofía; un aspecto que se viene dando en los últimos años de manera sostenida. Por otro, el bajo incentivo para seguir Ingeniería.
A pesar de que el Estado intenta incentivar el ingreso a Ingeniería a través de becas (por ejemplo), la matrícula se ha sostenido casi invariable en los últimos diez años con un promedio de 237 ingresantes por año.
Mientras que en las humanísticas, específicamente en Filosofía, hay un aumento constante en el mismo período. En 1996 ingresaron a este área 1.611 alumnos y, en 2005, 2.024 estudiantes. Es decir, un 25,6% más.
Esto, según Zalba, tiene una explicación desde ambos lados. Hay menos aspirantes a Ingeniería, en parte, porque no se logra que los alumnos le tomen suficiente aprecio a la Matemática y a la Física, que son materias troncales en Ingeniería. También porque “hay problemas en el desarrollo de estas asignaturas durante el Polimodal y los alumnos no logran sentirse seguros”. Zalba destacó que la inserción laboral de los ingenieros es muy alta una vez que se reciben.
Del otro lado, señaló que hay un renacimiento de las carreras humanísticas: “En parte, por la necesidad de poder entender el mundo y lo que está sucediendo. Hay muchos chicos que la eligen como primera carrera”.
Los egresados
En promedio, de cada 100 ingresantes a la UNCuyo, sólo 39 se gradúan por año. Unas más otras menos, hay carreras que están lejos de este número y, otras, que se acercan bastante. Lo cierto es que este promedio, aunque suene a poco, está por encima de la media nacional.
Como ya advirtió anteriormente Los Andes, en Ciencias Sociales se titulan 26 de 100 alumnos. En este número están incluidos los estudiantes de Ciencias Políticas, Ciencias Económicas y Derecho. El 54% de los egresados de la UNCuyo corresponde a las áreas de Ciencias Sociales y Humanidades. Mientras que las Ciencias Básicas y Tecnológicas suman un 17%.
En este sentido, a la hora de entrar en el mercado laboral, los universitarios se encuentran con una situación contradictoria, ya que los ingenieros y técnicos son los más solicitados y tienen rápida inserción. Mientras que los abogados, por ejemplo, abundan en número.
* Lorena Villafañe / lvillafane@losandes.com.ar