De esta manera, la Universidad pretende vincularse directamente con la sociedad y llevar a la práctica cientos de investigaciones que se desarrollan dentro de la institución y que no logran concretarse.
“Se busca promover el espíritu emprendedor para aportar desde la Universidad al desarrollo local y regional. La idea es que los docentes, alumnos o investigadores de cada una de las Facultades cuenten con un espacio que les ayude a llevar adelante sus proyectos y que no queden en la nada”, sostuvo Juan Pablo Bustos, coordinador del Programa de Incubadora de Empresas.
Algunos proyectos asombran por su originalidad y serían nuevos dentro del mercado, mientras que otros podrían aportar elementos novedosos que se sumarían a los que ya se comercializan en la plaza.
Diego Sequeiro, Sergio Luna, Diego Maza y Daniel Asqurra, estudian Diseño Industrial especializado en productos, en la UNCuyo. Si bien no pueden dar detalles específicos de su idea -por un contrato- contaron a Los Andes que su proyecto consiste en diseñar sistemas aplicables a la actividad apícola, como insumos, colmenas e indumentaria originales, teniendo en cuenta la ergonomía y los elementos tecnológicos.
“Muchos apicultores están interesados en renovar su forma de trabajar. Hay personas que, si ya estuviera hecho el proyecto, lo comprarían; nosotros tenemos muy buenas perspectivas. Proponemos un cambio pero sin romper con la imagen y la psicología del apicultor”, aseguraron los chicos, que dedican entre 3 y 4 horas diarias a su tarea.
Por su parte, Laura Yanzón, Patricia Dillon y Mariana Gordillo están desarrollando un proyecto de indumentaria para percentiles especiales. Ellas tampoco pueden revelar su secreto pero contaron que se trata de un diseño de ropa para personas que tienen medidas antropométricas diferentes, como obesas o enfermedades raras. Con esta iniciativa introducirían en el mercado talles accesibles y adaptables a todo tipo de cuerpo.
“No hay en Mendoza una empresa que se encargue de un consumidor tan especial. De hecho, en general los talles no responden a la realidad, no encontramos talles intermedios. Con el proyecto también apuntamos a diseñar y jerarquizar la prenda y realzar lo mejor que tiene corporalmente cada uno”, dijo Yanzón.
Según el coordinador del programa, varias encuestas realizadas en las Facultades revelan que un gran porcentaje de los alumnos quiere desempeñarse dentro de una empresa.
Por eso, también el objetivo del programa es demostrarles que pueden crear su propio emprendimiento (pyme) y trabajar en forma independiente con proyectos generados en la propia Universidad.
De las 27 ideas que se presentaron entre octubre y noviembre del año pasado quedaron seleccionadas seis, que son las que cumplen con los requisitos que exigía la convocatoria: “Los proyectos deben tener base tecnológica y ser innovadores, viables, responsables y serios. Además es necesario que al menos uno de los integrantes pertenezca a la Universidad", aclaró Bustos.
 
Las etapas
Actualmente los proyectos del programa se encuentran en la etapa de preincubación. Es decir, todas están desarrollando planes de negocios, para estudiar el mercado, la competencia, disminuir los riesgos financieros y comerciales que se puedan presentar al momento del desarrollo del emprendimiento.
En esta primera etapa -que comenzó en abril- los grupos cuentan con tutores que les brindan apoyo legal y contable.
“Es un programa de larga implementación. El primer periodo va a llevar por lo menos seis meses”, aclaró Bustos.
Los emprendimientos que demuestren ser viables, de acuerdo a los estudios que surjan de la preincubación, son los que pasarán a la instancia de desarrollo, donde la idea tomará forma y se convertirá en un producto. Para esto, la Universidad aportará el espacio físico y asesoramiento técnico: “Van a trabajar en seis cubículos ubicados en la Facultad de Derecho”, señaló Bustos.
Para la coordinadora del programa, María Teresa Ponce, la etapa de preincubación es importante porque permite reforzar el emprendimiento para que no se caiga en el camino: “En su afán de tener una empresa olvidan detalles que son importantes, como las relaciones humanas, sus perfiles, las políticas que van a implementar a lo largo del emprendimiento. Si no tienen en cuenta esto, el proyecto no funciona. Por eso el objetivo es que en la primera etapa caminen lentos pero seguros”, aclaró.
Una vez que los integrantes pasen a la etapa de desarrollo, podrán buscar apoyo financiero, ya que el programa permite crear una red de vinculación entre la Universidad y diferentes organizaciones privadas y públicas.
“Existen muchos lugares que se interesan por los pequeños y medianos emprendimientos y ofrecen créditos y tasas favorables. También hay gente que tiene capital y quiere invertirlo en algún proyecto de este tipo”, señaló Juan Pablo Bustos.
En este momento La Caixa de Barcelona, el Banco Credicoop, Banco Río y el portal Emprendedor XXI apuestan a esta clase de iniciativas.
Para la última etapa de posincubación está previsto que la Universidad acompañe a las empresas ya desarrolladas en su proceso de inserción laboral, hasta que puedan funcionar por sí solas. Por el momento no tienen fecha fija para la próxima convocatoria pero la idea es que a partir del año que viene se realicen nuevas selecciones para seguir creciendo con el programa.
 
Claves
Nombre. Programa de Incubadoras de Empresas de la UNCuyo.
Proyectos. Actualmente hay seis proyectos que se encuentran en la etapa de preincubación, generando planes de negocios.
Características. Deben tener base tecnológica, ser innovadores y viables.
Interesados. Deben tener al menos un integrante de la UNCuyo: investigador, estudiante o docente.