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Los Andes: Un distinguido científico mendocino que se fue por falta de apoyo

Descubrió un gen en la uva que podría aportar interesantes posibilidades en la industrialización de ese fruto y ha sido elegido uno de los mejores egresados de América Latina. Pero no está en la provincia ni en el país, ya que es uno de los tantos cerebros que emigraron. La historia de Fernán Federici Noé, de apenas 24 años, es similar a la de otros jóvenes que tuvieron que irse porque les dieron más apoyo afuera que en su propia tierra.

27 de diciembre de 2004, 13:16.

Maipucino y fanático hincha de Boca, la realidad de Fernán se hizo pública cuando la Municipalidad lo distinguió como personalidad destacada.

En la casa de su abuelo materno, a metros de la cancha de Maipú, habló con Los Andes. Recordó que eligió estudiar Ciencias Biológicas, con orientación en genética molecular, en la Pontificia Universidad Católica de Chile, por consejo de unos biólogos argentinos, quienes le dijeron que esa institución era la mejor para la capacitación que buscaba.

Lo cierto es que su paso por la Católica fue muy destacado, al punto de que este año, luego de recibirse, la Fundación Carolina y el Banco Santander, ambos de España, lo eligieron como uno de los cuarenta mejores egresados de América Latina. En esa condición, junto a cinco argentinos más y otros alumnos del continente, fue recibido en el Palacio de la Moncloa por el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero y participó de audiencias con eurodiputados, con los que conversó sobre cultivos transgénicos.

Antes de hacer ese periplo europeo, hizo una pasantía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), investigando genes del desarrollo de la raíz en plantas.

Este año que termina no sólo se recibió de licenciado en Ciencias Biológicas, sino que además clonó y secuenció un gen de la uva (Vitis vinifera), que no estaba descripto y que puede tener importantes aplicaciones, aún en proceso de investigación.

“Si lo que buscamos resulta, creo que tendrá trascendencia mundial, ya que podríamos sacarle la semilla a la uva y lograr otros aspectos del desarrollo del fruto. Es un avance que me pertenece -fue su trabajo de tesis-, junto con mi jefe de laboratorio de Bioquímica de la Universidad Católica, el doctor Patricio Arce”, destacó Fernán.

Relató que en el vecino país se trabaja mucho en la investigación aplicada: “Ellos se manejan, de manera inteligente, con consorcios en los que están el sector empresarial, el gobierno con sus becas y los grupos de estudio de las universidades. Y de esa manera se hacen investigaciones cuyas aplicaciones y productos sirven al sector agropecuario chileno; son proyectos que los mismos agricultores piden. Siento que en Chile tiran todos para el mismo lado”.

Crítica por el escaso apoyo a la investigación

En octubre del año que viene Fernán se postulará para un doctorado en genética de las plantas, en una universidad de Inglaterra. “Allá voy a estudiar la genética del desarrollo de las plantas, porque en 10 o 15 años se conocerá más sobre la arquitectura de las plantas, el porqué las ramas salen de tal forma o por qué las flores tienen el número de pétalos que poseen. Aunque parezca ocioso saber eso, a futuro se van a manejar todos esos genes para tener más flores por plantas y mejorar la producción”

El profesional contó que luego de su doctorado en el Reino Unido, hará todo lo posible por regresar a trabajar en Mendoza y seguir estudiando: “Mi intención es volver y seguir mis estudios de Agronomía en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, donde tengo cursado el primer año”

Sobre la recuperación y retorno de cerebros argentinos, dispersos en el mundo, tuvo conceptos críticos, aunque con una cuota de esperanza. “Para impulsar el regreso de científicos nacionales, que están en el exterior hay que fomentar ese retorno con financiamiento de investigaciones y trabajo. Ellos me dicen que viven con proyectos de afuera porque aquí no les dan apoyo”

Y en esa línea contó su experiencia: “Después de la beca que nos llevó a Europa, nos invitaron a una reunión en la Cancillería, pero a la gente del interior nos dijeron que teníamos que pagarnos el viaje en ómnibus. Si te invitan, mínimamente te tienen que mandar los pasajes. Me da bronca el doble discurso de algunos políticos y no es ser antinacional o poco patriota el no tener deseos de volver al país”.

Continuó: “Uno ve países como España, al que aventajábamos en investigaciones y ahora tienen mejor ciencia que nosotros, básicamente porque ofrecieron algo a sus investigadores. Y así lograron que volvieran de destinos muy importantes, como Estados Unidos, Alemania e Inglaterra, los principales focos de investigación del mundo. Siento, y espero que se revierta muy pronto el deseo de no querer regresar a casa, por ahora”.

Este joven científico mendocino se mostró esperanzado para que el Gobierno nacional le dé más apoyo a la ciencia y que Mendoza tenga investigaciones de primera línea, como las hay en Buenos Aires o en Santiago de Chile.

Alimentos transgénicos

El maipucino aprovechó la visita al Parlamento Europeo, realizada en julio pasado, para ver cómo se manejaban los legisladores del Viejo Continente con respecto a los alimentos transgénicos. Sobre éstos deslizó: “Por lo que he leído y estudiado, no se ha demostrado un efecto negativo sobre la salud de los seres humanos. Las organizaciones verdes protestan, pero no saben qué decir. Lo cierto es que los transgénicos tienen un cierto riesgo, pero lo mismo ocurrió cuando se desarrollaron las vacunas o los remedios. No está comprobado que hagan mal, aunque continúan los estudios para demostrarlo. Entiendo que la gente tenga temores, pero dentro del área de los científicos de plantas, el 98% está de acuerdo con los transgénicos”.

Hay que insistir en la investigación de cultivos transgénicos y también con una educación de la población para que sepa de qué se trata.

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