El Verde llegó a la final del Torneo de Campeones (cayó ante Banco Nación), y otra vez pisó la instancia decisiva, esta vez del Vendimia, para descargar toda su furia sobre Andino.

A los 13’ ya ganaba 2 a 0, con dos fierrazos infernales de Gianfranco Lucchini, y faltando 1’ para el epílogo de la primera parte, Marcos Lara, tras una larga corrida con la bocha dominada, dejando también al arquero en el camino, puso lo que parecían cifras definitivas: 3 a 0.

A los 4’ del complemento, a una bocha suelta dentro del área Franco Ghidinelli le dio destino de gol y así despertó la ilusión de los Azules. Un minuto más tarde a Ariel Rojas se le fue por muy poquito el segundo, cuando su corto pasó muy cerquita del palo derecho de Ghilardi.

Pero a los 13’, el partido se iba a poner lindo. Recibió al borde del área grande Pablo Bustos, dio dos largos pasos hacia afuera, y apenas pudo despegarse un poco de su marca sacó un terrible bochazo para dejar a Marianetti sin reacción alguna.

Pero ya las piernas no respondían y pasado el minuto 20, el asedio de Andino perdió intensidad y se venía la respuesta del Verde.

A los 25’, Lara aprovechó un rebote luego de un corto para poner el 4 a 2, y a los 27’ el mismo Lara, la gran figura de la final, culminó en gol una notable jugada que comenzó Luchini.

Fueron cinco, y podrían haber sido más...

Uni, una locomotora

Presión insoportable y un enorme estado físico fueron los principales atributos de Universitario de Rosario para quedarse con el título ante un atónito Marista, que poco pudo hacer.

Los tres goles rosarinos vinieron por la izquierda. A los 22’ del primer tiempo Stor abrió el marcador, a los 4’ del complemento Goñi estiraba las cifras y a los 11’ otra gran jugada por izquierda, que Guerra le puso un moño. Descontó Guiñazú para las mendocinas.