Fieles a nuestro estilo, los que hablarán no serán tanto las autoridades, sino más bien los mismos discapacitados (alumnos y docentes). Te invitamos.
“Mi esposo me eligió mirándome”
Margarita Vadell es ciega de nacimiento. Y es profesora de Filosofía y maestra normal especializada en ciegos, jubilada. Fue durante años docente de la Facultad de Educación. Charlamos unos minutos, en una pausa entre las actividades de la jornada. Hablamos de su situación y de su relación con los demás.
Margarita comentó que, siendo profesora ciega, nunca tuvo un auxiliar ni gozó de una estrategia de apoyo sistemático. “No tenía apoyo excepto el de los mismos alumnos, con quienes creo haber establecido muy buenas relaciones”, dijo. Según Margarita, “cuando tenés una discapacidad, todos los otros son tu ayuda”.
Le preguntamos si la gente sabe cómo ayudar a un ciego. Admitió que, en general, no. “El excesivo saber libresco aleja, a veces. Gente con sentido común que no sabe nada quizá te ayuda mejor.”
–¿Y cómo se aprende o se enseña a ayudar a un ciego?
–Yo creo que parte de la misma persona discapacitada, viviendo. Viviendo y teniendo una apertura para decir “soy esto, esto me falta”. Y también algo muy importante: “esto tengo para vos”. “¿Qué tengo para vos” Si no tengo otra cosa, la sonrisa con la que tengo que agradecerte tu ayuda. La paciencia para responder mil veces las mismas preguntas. Por ejemplo, a mí me preguntan absolutamente siempre: “Y su esposo, su esposo…” Y me quieren preguntar “¿Su esposo, no ve?”. Entonces yo les digo: “No me encontró en una rifa en una kermés. Mi esposo me eligió mirándome."
Para Margarita, ese tipo de preguntas no son morbosas: “Somos minoría y todavía este matiz, esta nota que nosotros damos es una nota que suena con un matiz distinto”. Y admite que las cosas van mejorando: “Tal vez suene siempre [la nota disonante], pero yo veo ahora tantos chicos en la universidad y digo ‘¡Qué distinto!’. Yo como que estaba muy sola… Entonces, bueno, esto va cambiando también.”
Margarita indicó que las autoridades de la universidad y de las facultades a veces olvidan que los discapacitados también serán profesionales, tras su paso como estudiantes. Y dejamos para el final una frase contundente de Margarita, docente jubilada ciega de la UNCuyo. “Yo voy a creer verdaderamente en la integración cuando el que hoy me da la mano como alumno, mañana me respete en plano de igualdad como colega […] Los discapacitados no nos morimos a los 18 años”.
Discursos
Los discursos de bienvenida en la Jornada sobre Universidad y Discapacidad estuvieron a cargo de autoridades de las facultades de Educación y de Derecho, de la Rectora María Victoria Gómez de Erice y de dos representantes del Programa de inclusión, Fabio Erreguerena, Secretario de Bienestar Universitario, y Alejandra Grzona, de la Facultad de Educación, integrantes ambos de la Comisión plural que trabaja para la inclusión de los discapacitados en la universidad.
Germán Darío Fernández
Para ¡en contActO!, boletín de la Secretaría de Bienestar Universitario
UNCuyo – 2007
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