Profesores de la UBA viajarán a Sudáfrica para capacitar en español, italiano, portugués y francés a empleados y profesionales que atenderán a deportistas y turistas en el Mundial 2010. Los alumnos serán desde mozos hasta médicos y policías.
Además de la esperable clasificación de la Selección, Argentina tendrá otra participación en el Mundial de Fútbol del año próximo: docentes de la UBA capacitarán en español y otros idiomas latinos a los sudafricanos encargados de atender a los deportistas, hinchas y turistas que confluirán en ese país. Las clases empezarán en abril y en principio se extenderán dos años, aunque la idea es avanzar con el proyecto más allá del Mundial y crear en Sudáfrica un centro de enseñanza permanente con profesores argentinos.
La iniciativa será llevada adelante por el Centro Universitario de Idiomas (CUI), de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires junto con la ciudad de Mossel Bay, un puerto y balneario turístico de Sudáfrica. Los idiomas de la capacitación serán, además de español, el italiano, francés y portugués. “Sin dudas, el aspecto más destacable de este proyecto radica en la confianza que depositó el gobierno sudafricano en la gestión educativa argentina –destacó Roberto Villarruel, director del CUI–. Una institución creada y formada en nuestro país cumplirá un rol clave en la capacitación del personal que trabajará en el evento deportivo más importante de 2010.”
El programa comenzará con cuatro docentes del CUI que se establecerán allí para darle clases al primer grupo de 280 estudiantes seleccionados por el gobierno de Mossel Bay. En primer término, los alumnos serán empleados, técnicos y profesionales del sector público y de la industria hotelera y gastronómica. En el segundo semestre, y en forma progresiva, se sumarán profesionales del área de la salud, la seguridad (policías y militares), del turismo y voluntarios que trabajarán durante el Mundial.
“No hay nada peor que llegar a un país y que no te entiendan. Este programa apunta a que todas las personas involucradas en el mundial tengan cierta capacitación en los diferentes idiomas latinos”, explicó Villarruel. El curso será intensivo: habrá cuatro horas diarias de clases, con un total de 90 horas: 60 serán para las nociones básicas del idioma y 30 para las especificidades de cada sector profesional.
El proyecto se concretó en conjunto con la fundación argentino-sudafricana Argenpaz y Armiger Sudáfrica, ambas instituciones dedicadas al desarrollo de programas de cooperación entre los dos países. También contó con el aporte de la fundación Exportar, de la Cancillería.
De visita en Buenos Aires, Louis Harris, coordinador para el proyecto Sudáfrica 2011 de la Municipalidad de Mossel Bay, destacó que la alianza va más allá de la capacitación en idiomas: “Con la crisis que golpea fuertemente a los países europeos y el Norte en general, es bueno reforzar las uniones Sur-Sur. Queremos abrir nuevos mercados, que incluyen la relación turística con países latinoamericanos, en especial Argentina.”
–¿Está diciendo que miran a la Argentina para reemplazar el mercado y el turismo europeo? –le preguntó este diario.
–En Sudáfrica nos acostumbramos a los argentinos desde el momento en que ustedes tenían el dólar barato y viajaban. Ahora queremos potenciar eso y como parte de esta estrategia están la capacitación en idiomas pero también un intercambio más profundo en diversos rubros. Ya hay un corredor Mossel Bay-Ciudad del Cabo-Buenos Aires que buscamos fortalecer.
Mossel Bay, por estos días, se viene postulando como sede para el alojamiento de la Selección Argentina o de otras latinoamericanas. Uno de los proyectos es la creación de una Academia del Deporte que mediante un trabajo conjunto sea un centro de entrenamiento para ambos países. “Queremos un intercambio para lograr, por ejemplo, que chicos argentinos de bajos recursos viajen a Sudáfrica para aprender rugby y chicos sudafricanos vayan a la Argentina a practicar fútbol”, contó Harris.
Por lo pronto, en abril empezarán las clases de idiomas. En los dos años iniciales serán capacitados 5000 alumnos. Luego, la idea es que el centro ofrezca servicios permanentes a estudiantes sudafricanos y de otros países del continente.