En nuestro país se alzan las voces de aquellos más afectados por la crisis económica, esto es, más de la mitad de los argentinos y entre los sectores más perjudicados se encuentran los trabajadores despojados de la tierra que alguna vez fue augurio de trabajo y vivienda seguros.
Con una modalidad más política, quizás como eco del vuelco dado en las negociaciones del precursor Movimiento de los sin tierra, la Federación Tierra y Vivienda reivindica el diálogo como parte de la lucha, sin creer que ello signifique traicionar a las ideas o a la causa: “Somos gente de diálogo, de construcción y de consenso porque creemos que es necesario realizar cambios profundos para recomponer el movimiento popular y la alianza entre los trabajadores desocupados, ocupados y los sectores medios, como profesionales, comerciantes y estudiantes. Por eso reivindicamos siempre el diálogo” declaró Luis D’Elía, titular de la FTV en Buenos Aires.
Los pedidos de ésta organización no se limitan a la denuncia y movilización encaminadas a la mejora de los problemas concretos como el hambre y la falta de trabajo que sufrimos los argentinos, si no que, además, se debate en cuanto a las definiciones sobre la guerra y la situación internacional. Con respecto a la situación nacional se destinan tareas de negociación en favor a la implementación de planes sociales para los jóvenes y ancianos que actualmente alcanza a una población de 2 millones de casos que no perciben ingreso alguno.
Uno de los puntos centrales para este grupo es discutir sobre la manera de darle fin al asistencialismo como así también al clientelismo político, para generar emprendimientos de autogestión, cooperativismo y empresas sociales, y así aprovechar la capacidad industrial del país con el objetivo de generar empleo a los desocupados. En el año 2003 existían 25 micro emprendimientos referidos a vivienda popular, agroindustria, textiles y turismo, para los cuales se cree fundamental en el apoyo del gobierno como así también hacia todas las empresas recuperadas por sus trabajadores organizándose en todo el país.
A diferencia de otros movimientos sociales de lucha por la tierra y la fuente de trabajo, la FTV cree necesario promover un sistema de gestión entre el Estado y las organizaciones sociales encargado de resolver las diferentes demandas y necesidades de los más diversos sectores. Para lo cual es necesario que desde el gobierno se destinen recursos genuinos que incentiven el desarrollo de tareas autogestionadas y productivas.
Con la misma modalidad que practicara en Brasil el Movimiento Sin Tierra, se actúa mediante la denuncia de la situación tanto de los aborígenes como de los campesinos, reclamando la tenencia de las tierras por parte de sus verdaderos productores. Sintomáticamente se suma también la protesta por el abandono y el avance de empresas trasnacionales que elaboran alimentos transgénicos y siembran el desempleo de la mano de obra local.
Desde el año 2003 y durante la presidencia de Duhalde los integrantes del movimiento se han confraternizando con otros sectores movilizados por causas sociales y han desarrollado todas las gestiones necesarias para obtener el juicio y castigo de los 13 asesinatos cometidos contra compañeros piqueteros en todo el país. Otro tipo de articulaciones la vincula con la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM) en donde la obtención de la vivienda no se da en tanto propietario de la misma, sino de usuario de la cooperativa, garantizando así el carácter colectivo de la propiedad. El objetivo
central tiene que ver con conquistar el acceso a una vivienda y un trabajo digno para todos como así también defender los derechos comunes de todo ciudadano condenado a la desocupación y desamparo. De esta manera la estrategia de acción se orienta a la búsqueda de soluciones para el problema habitacional de los sectores populares, lo cual implica la exploración del acceso al financiamiento y de terrenos para la construcción de viviendas a precios accesibles. En su aspecto social se pueden definir como objetivos del movimiento el funcionar como espacio de coordinación y articulación de las distintas experiencias en la impronta de proponer soluciones colectivas.
Por otro lado, la experiencia en nuestra provincia se lleva a cabo a través de la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Lavalle (UST). Sus integrantes, reunidos bajo la consigna de crear nuevas fuentes de trabajo que contribuyan a volver más digna la lucha las familias, realizan la elaboración de productos artesanales – mermeladas, dulces, jaleas... -, supervisados por los técnicos de la misma organización. Esta tarea se agrega a las ya realizadas por la UST, todas ellas consignadas en generar actividades que les posibilite mantener los hogares y la organización que los sostiene como personas dignas sin dar margen al desánimo. Los precios de los productos son accesibles y se puede acceder a ellos realizando los pedidos por correo electrónico: caxi@datafull.com o al teléfono: 4905037.
La consigna parece no discriminar fronteras cuando se batalla a favor de la libertad de los trabajadores de las ataduras que lo ahogan en la indigencia y la desidia.
En su tierra fértil Latinoamérica siembra el germen de movimientos sociales que estimulan a creer en un futuro más justo, sin diferencias sociales ni miseria; Por más lejana que sea la imagen los esfuerzos no están destinados a ceder. Reivindicaciones y banderas que conforman la manera más digna de enfrentar a los avatares de un nuevo siglo que se debate la democracia entre quienes la desprestigian usándola como coartada de la injusticia social y humillación nacional y entre quienes ostentan una expresión real, genuina: la de la voluntad popular, que en esta mitad del continente va encontrando su propio camino... dando uno de los tantos pasos que todavía le quedan por dar.
Andrea Cecilia Lamantia
ceci_lamantia@yahoo.com.ar
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22 de noviembre de 2024