CARACAS (De un enviado especial).- En diciembre de 2007, el movimiento estudiantil irrumpió con fuerza en Venezuela como aglutinador del rechazo a la reelección indefinida de Hugo Chávez. Universitarios como Yon Goicoechea o Stalin González cobraron protagonismo por dinamizar a una oposición que no levantaba cabeza.
Un año más tarde, ambos han pasado a la política, pero una nueva camada de líderes ha recogido el testigo para intentar derrotar nuevamente al oficialismo.
Ayer, los estudiantes opositores cerraron la campaña por el no con concentraciones y marchas en varios puntos del país. Y mañana prometen desplegar unas 30.000 personas en los centros de votación para "monitorear" la consulta.
Andrés Mejía, presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Simón Bolívar, explicó que delegados universitarios formarán "cuadrillas" para capacitar a los testigos de las mesas electorales para que "no ocurran anormalidades".
Otros "comandos" universitarios portarán cámaras para registrar posibles irregularidades fuera de los centros de votación. Un tercer grupo "invitará de manera imparcial a la población a votar", según Mejía.
Figura del renovado movimiento estudiantil, David Smolansky, de la Universidad Católica Andrés Bello, se mostró convencido de la victoria del no. Y Ricardo Sánchez, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, volvió a plantear ayer una continuidad de la movilización estudiantil más allá de la consulta de mañana.
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22 de noviembre de 2024