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Los estudiantes venezolanos, un dolor de cabeza para Chávez

12 de febrero de 2009, 17:06.

Son los más activos en el rechazo a la reelección indefinida. Se vota el domingo.

En una avenida de Caracas, un grupo de estudiantes universitarios reparte panfletos a favor del No a la reelección indefinida para todos los cargos electivos, propuesta por el presidente Hugo Chávez y que se plebiscitará el domingo. Bajo un cielo plomizo que tapa el cerro del Avila y que presagia un aguacero tropical, uno de ellos le pregunta a un peatón: "¿Quién sabe qué es lo que usted va a votar?". Ante la cara entre incrédula y sorprendida del hombre, el estudiante coloca delante de él un enorme espejo y le dice: "Sólo usted, nadie más. El voto es secreto".

La actividad es parte de un trabajo de hormiga que los universitarios están desarrollando por todo el país para convocar a los venezolanos a votar, intentando convencerlos de que no se sientan intimidados, ante denuncias de la oposición de que el chavismo presiona a los empleados públicos -más de 2,2 millones de personas- para que voten a favor del SI, si no quieren perder el empleo o los beneficios sociales.

Los estudiantes universitarios se han convertido en la punta de lanza de la campaña en contra de la reelección indefinida y un dolor de cabeza para el chavismo, por su capacidad de movilización, la frescura de sus propuestas, el apoyo de los medios de comunicación y porque la mayoría del poco más de millón de universitarios que hay en Venezuela son hijos de las clases medias, una clase social que poco a poco, en silencio, se ha ido alejando de la Revolución Bolivariana.

Además, no todos son antichavistas, solo que en este caso puntual se oponen a que el presidente intente perpetuarse en el poder.

Stalin González tiene 28 años, le faltan unas materias para recibirse de abogado en la Universidad Central de Venezuela y es hijo de un antiguo dirigente obrero, marxista. De adolescente, hizo honor a su padre y a su nombre y comenzó a militar en el Partido Bandera Roja, alineado con el comunismo pro chino. Con las manos pintadas de blanco, en mayo de 2007 González, Yon Goicoechea, Freddy Guevara (los máximos dirigentes de entonces) y miles de estudiantes lideraron las protestas por el cierre del canal de TV RCTV, al que Chávez no le renovó la licencia, cobrándole su perfil opositor.

Desde entonces, y aún antes, se han convertido en la cabeza de una oposición variopinta, en la que conviven marxistas como González, desprestigiados partidos políticos como Copei y Adeco, junto a organizaciones sociales y recientes partidos, como "Nuevo Tiempo", en donde hay viejos dirigentes reciclados, como Manuel Rosales, ex gobernador de Zulia y actual alcalde de Maracaibo.

"Esta eleción es ilegal, porque ya le dijimos No a la reelección indefinida en el referéndum de 2007. Pero de todos modos, esta es una elección más importante para el oficialismo que para la oposición: porque si Chávez pierde, en 2013 deberán hacer chavismo sin Chávez, y eso puede ser el fin de este movimiento", dice Stalin a Clarín, en sus oficinas de "Nuevo Tiempo", donde aún quedan afiches de la campaña electoral de noviembre pasado, en la que fue candidato a alcalde del municipio de Caracas y fue derrotado por el aspirante oficialista.

"A los estudiantes nos han acusado de golpistas, de querer sacar a Chávez del poder. Yo quiero que termine su mandato en 2012, pero que no intente quedarse toda la vida en Miraflores. Al chavismo hay que derrotarlo con votos, no de otra manera", asegura.

-¿Por qué los universitarios se han convertido en la punta de lanza opositora?

- Creo que ocupamos un espacio que estaba vacío, por el desprestigio de los partidos políticos tradicionales. Además, la sociedad vio que nuestro mensaje no era de confrontación porque sí, sino que era de propuestas y diálogo.

-Pero el gobierno los ha acusado de golpistas.

-Yo no soy golpista y tampoco el gobierno de Chávez es una revolución socialista. ¿Qué tiene de socialista regalar cosas en lugar de generar trabajo, importar alimentos en lugar de fomentar la producción nacional o despotricar contra EE.UU. y venderle la mayoría de la producción de nuestro petróleo. El socialismo de Chávez es una gran farsa, es un capitalismo para los amigos.

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