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Los retos de la educación como práctica emancipadora

Es el enfoque que priorizó, entre las diversas vertientes de la política educativa en pleno siglo XXI, el docente Carlos Rodríguez Brandão, discípulo del pedagogo Paulo Freire. Expuso en un encuentro con profesores, estudiantes y personal de la UNCuyo.

20 de octubre de 2016, 13:08.

imagen Los retos de la educación como práctica emancipadora

Carlos Rodríguez Brandão analizó los desafíos de la educación en el sigo XXI.

«Dilemas y desafíos, caminos y esperanzas de la educación de hoy» fue el nombre de la charla debate sobre educación con igualdad en la diversidad, que protagonizó con estudiantes, docentes y personal de la UNCuyo, el docente y antropólogo Carlos Rodríguez Brandão.

La experiencia del profesional junto a Paulo Freire y otros educadores en los '60, lo destacan como un pensador y trabajador de la educación por un mundo más inclusivo. 

En su charla en la UNCuyo reflexionó sobre las posibles políticas educativas del siglo XXI resumiéndolas en cuatro vertientes simultáneas y con intensidades diferentes según la geografía.

La primera línea se refirió al modelo pedagógico hegemónico y el crítico, que a su vez se puede desdoblar. Explicó que es una educación dirigida a la «instrumentalización del componente competitivo, desde el obrero especialista, hasta el doctor, el ingeniero, para quien el sistema es la única salida y el único lugar vivencial de la vida», es decir, una educación al servicio de un sistema movido únicamente por la economía.

En la misma dirección, se encuentra la segunda vertiente que remite a las prácticas sociales o pedagógicas críticas hegemónicas. Éstas están dirigidas a una regulación del sistema desde las educaciones más iniciales hasta la universidad, con una visión humanizadora.

Por su parte, la tercera línea está relacionada con la emancipación, y es en la que se sitúa Carlos Brandão. En este punto las prácticas sociales deben ser completamente contrahegemónicas, insurgentes, para trascender el sistema y tienen que estar centradas en una sociedad alternativa donde se promueva la igualdad entre diferencias.

En relación a esto, la secretaria académica, Adriana García, señaló tres aspectos para reflexionar y debatir en la Universidad: el cambio de enfoque de los paradigmas desde los que se enseña en las cátedras, el reconocimiento de las prácticas socioeducativas a las actividades académicas estudiantiles, con la aprobación reciente del Consejo Superior de una ordenanza que efectiviza la militancia y, por último, la discusión en el Consejo Interuniversitario Nacional sobre la creación de la Universidad de los Pueblos Indígenas, integrándolos a las 58 universidades nacionales.

La última corriente trata las prácticas sociales no sólo contrahegemónicas e insurgentes sino también revolucionarias. En este caso el proceso de transformación no será hecho a través de la impregnación de otras formas de vida (gestiones comunitarias, agroecologías, u otras) sino de un proceso revolucionario de toma de poder.

Brandão concluyó su análisis sosteniendo que la educación popular es un campo más dialógico que polémico e hizo referencia a su libro «El otro a mi lado», donde considera que los educadores están siendo llamados a hablar con «ellos» y no «para ellos». Además focalizó en la tarea de los intelectuales lationamericanos en redescubrir y recordar las nuevas descolonizaciones, dada la posibilidad de pensar desde las cartografías del Sur.

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