Por sólo dar un ejemplo claro de este último, podemos nombrar el reality norteamericano “Extreme Makeover” emitido semanalmente por Sony Entertaiment Televisión. Este programa tiene el “objetivo” de cambiar el aspecto de sus participantes, quienes padecen de serios complejos de sociabilidad, inferioridad y baja autoestima debido a su aspecto físico.
La cuestión no es un simple cambio de vestuario, ni mucho menos de corte de pelo, sino algo mucho más alarmante: crear un modelo prototipo de ser humano, a través de cirugías, implantes dentales, hasta liposucciones.
En el inicio de cada programa, se cuentan las historias de los personajes elegidos, donde los mismos cuentan con lujo de detalles las consecuencias acarriadas por su “fealdad” tanto social como moralmente. Acto seguido, los participantes son informados que van a formar parte de este reality y que deberán dejar en consecuencia a sus respectivos hogares por el lapso de 40 días. Una vez en el lugar (Berverly Hills, EE.UU) los participantes se dirigen a sus respectivos salvadores (famosos ciruganos, ortodoncistas, etc) donde les cuentan sus problemas. De esta manera, los especialistas les informan que es lo que harán para mejorar su aspecto, mientras al mismo ti! empo muestran con un detallismo absoluto sus defectos físicos.
Pasada estas sesiones de consulta, los participantes son introducidos en sus respectivos quirófanos, donde los cirujanos y ayudantes muestran con crudeza las incisiones sobre cada sector del cuerpo a operar.
Mientras que algunos personajes, entran solamente para operarse su nariz (su objeto de complejo y burla) aprovechan para hacerse lipoaspiraciones, ponerse siliconas en los pechos y hasta prótesis dentales para dejar sus dientes perlados.
Posteriormente, los médicos revelan a los participantes su nueva persona, mientras estos últimos lloran de alegría, emoción, y hasta de extrañeza.
Ya completada la fase de las cirugías, estos se dirigen con especialistas de moda y peinados que le dan los últimos toques para que su look termine de completarse. Finalizada la sesión de vestimenta y pelo, los personajes se preparan para revelarle a sus conocidos, amigos y familiares sus nuevos aspectos. Estos últimos, a su vez comentan los problemas que el participante ha tenido que soportar a lo largo de su vida debido a su “mal aspecto”.
Para finalizar el programa, los participantes entran el recinto donde los están esperando sus seres queridos, y cuando muestra su “nuevo ser” entre exclamaciones, llantos y todo tipo de sentimientos, miran con extrañeza a su ser querido, hasta el punto de no poder creer que sea la misma que persona.
Si bien es cierto que cada persona tiene el derecho de hacer lo que le plazca con su cuerpo, lo erróneo está en seguir fomentando (como si fuese normal) el modelo prototípico de ser humano, en vez de potenciar y fomentar el amor propio, las virtudes de cada persona y el quererse tal cual como uno es. Todo esto, como es sabido trae aparejado profundo problemas socio-culturales como Bulimia, Anorexia, trayendo sentimientos de culpa y llevando en algunos casos al suicidio la misma muerte, sobre todo en aquellas personas que no tienen los medios necesarios para poder transformarse en modelos de un mundo bastante morboso.
Gerardo Dalla Torre
gerardo@rdtconsultores.com.ar