En un diálogo crítico que se sostiene desde hace tiempo, la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) articula con organizaciones sociales e instituciones públicas buscando involucrarse con diversas problemáticas que viven las poblaciones más vulnerables.
Este intercambio de saberes académicos y populares se produce bajo la forma de proyectos sociales, los que, a su vez, alimentan un valioso programa de Extensión Universitaria. A partir de cumplir con esta función sustantiva, se desplegarán en el territorio 27 nuevas propuestas.
“Los Mauricio López” —como le dicen en la jerga extensionista— se inscriben dentro de una formación integral universitaria. Este paradigma plantea que hay formas de aprendizaje que se dan por fuera de los espacios áulicos, es decir, en territorio. Esto le da pie a la Universidad para vincularse con su comunidad tratando de generar un cambio positivo en su desarrollo social y cultural. De lo que se trata es de co-construir conocimiento.
Es una visión que propone la puesta en valor de lo socioeducativo en territorio. “Los proyectos aportan a procesos que incluyen el aspecto social, que tienen que ver con las demandas de las comunidades, con las problemáticas sociales que se vinculan a esos territorios específicos, con sus características particulares, específicamente, con poblaciones en situación de vulnerabilidad”, detalla la responsable del programa de la UNCUYO, Romina Díaz Orrego.
Estas prácticas extensionistas tienen un doble propósito: "Con estos proyectos se pretenden generar procesos de transformación no solamente en estas comunidades, sino también al interior de la Universidad, es decir, en las formas de enseñanza-aprendizaje", señala.
Financiar la Extensión
Este abordaje que se hace de lo social es interdisciplinario —e interclaustro—, ya que en los proyectos intervienen estudiantes, docentes, nodocentes, y egresados, de las distintas unidades académicas, junto a las organizaciones e instituciones.
“Muchos de estos proyectos son iniciativas de estudiantes con inquietudes de trabajar con organizaciones o instituciones, ya sea porque son de su lugar de pertenencia o porque han tenido vínculo en algún momento de su carrera. Los estudiantes son un gran motor de la Extensión Universitaria”, afirma Díaz Orrego.
De los 49 proyectos que se recibieron en la actual convocatoria anual, la número 16, se seleccionaron un total de 27, los cuales ya empezaron a ejecutarse (ver orden de mérito). Para la instancia de evaluación, se conformaron 12 comisiones con docentes gestores de universidades nacionales y latinoamericanas, y representantes de las organizaciones. Como parte del proceso, se hicieron entrevistas virtuales con cada equipo de trabajo.
“Durante el desarrollo de estas propuestas es vital el acompañamiento. Y éste no sólo incluye aspectos de ejecución, administrativos o de planificación de fondos, sino que se propician momentos de intercambio y propuestas de formación, tanto en temas de extensión crítica, para acercar ciertos debates, como en herramientas que les permitan trabajar en el territorio, por ejemplo, los mapeos colectivos digitales o el manejo de redes de sistematización de experiencias”, menciona la académica.
Proyectos Mauricio López
El programa lleva este nombre como homenaje a la figura y obra del profesor Mauricio Amílcar López, quien fue síntesis de compromiso social y calidad académica.
Surgió en 2008 con la idea de financiar y acompañar iniciativas que llevan el sello del compromiso social universitario, al intentar construir alternativas de solución conjunta a problemas sociales, económicos, políticos, culturales y educativos.
Las temáticas que se pueden abordar son:
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Ambiente sustentable y buen vivir
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Artístico-cultural
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Comunicación popular
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Discapacidad
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Economía social y solidaria
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Educación popular
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Género y diversidad
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Hábitat popular
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Infancias
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Memoria e identidad
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Promoción de derechos
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Promoción, prevención y atención de la salud
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Promoción tecnológica para la inclusión social
“Un desafío dentro de la Extensión Universitaria —concluye Díaz Orrego—, es poder realmente difundir la importancia de otra manera de enseñanza-aprendizaje, que estudiantes puedan tomar contacto con estas experiencias desde el comienzo de su formación, y que se conozca y se debata sobre ella”.