Unas diez mil personas llegarán para la Cumbre de las Américas que se realizará del 1º al 6 de noviembre en Mar del Plata.
Tras los atentados ocurridos en Londres, la preocupación hoy se centra en la seguridad de los 34 presidentes que asistirán a ella.
Si bien no se han difundido las características del megaoperativo, se sabe que son cinco los proyectos de seguridad. El Ministerio del Interior y la Cancillería serán los encargados de optar por algunos de ellos.
Los jefes de Estados vendrán acompañados por 4.000 funcionarios y 2.500 custodios. Al evento también asistirán cerca de 2.500 periodistas y 1.000 militantes anticumbres de todo el mundo, los llamados globalifóbicos.
El gobierno pondrá alrededor de 10.000 efectivos de seguridad, entre la Policía Federal, Prefectura, Gendarmería y la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), ésta a cargo del operativo.
Desde hace meses están desembarcando en la ciudad balnearia, el FBI y la CIA. En los últimos días, llegó el quinto grupo para definir los detalles de la participación del presidente de los Estados Unidos, George W. Bush (h), en el evento.
Las agencias estadounidenses de inteligencia ya operan en varios edificios de la zona. Desde ellos podrán visualizar los lugares más importantes por donde circularán los mandatarios. Uno está ubicado frente al Mar del Plata Golf Club.
Bush se alojaría en el Hotel Sheraton junto con los principales funcionarios. Existe otra versión que sostiene que el presidente estadounidense apenas pisará tierra para la cumbre y que permanecerá gran tiempo de su estadía en el portaviones, el cual estaría rodeado de grupos de seguridad especializados y francotiradores.
No se han dado detalles de dónde y cómo aterrizará el Air Force One que traerá al jefe de Estado norteamericano. Lo que si ha trascendido es que su avión será escoltado por 5 aviones C5 Galaxy.
Pero no todos los problemas operativos están resueltos, especialmente para las 19 comitivas que asistan con aviones propios a Mar del Plata. El trastorno lo ocasionan las dimensiones de sus aviones o la capacidad del aeropuerto.
Los aviones, sobre todo el estadounidense y los cinco Galaxy que lo acompañan, podrán solamente permanecer cargados en el mismo lugar no más de 15 minutos. Debido a que se pretende evitar el hundimiento de las pistas, como ya sucedió en el 2001, en Canadá, en la Cumbre de Québec.
Otro de los problemas que se presenta es que no pueden quedar estacionados en el aeropuerto por falta de espacio. La Fuerza Aérea, ante esto, ha ofrecido la base de Tandil para alojarlos cuando no sean usados. Los helicópteros también podrían dificultar el tráfico aéreo cuando lleven a los presidentes del aeropuerto al hotel.
Lo que sí ya ha resuelto el Gobierno argentino es el transporte terrestre. Contribuirá a las delegaciones con dos autos oficiales. El resto deberán ser contratados por cada país. Estados Unidos ya habría alquilado cerca de 120 vehículos entre autos, camionetas y ómnibus.
Para prevenir cualquier accidente o atentado durante la Cumbre, las autoridades municipales, sanitarias y bomberos de Mar del Plata han organizado un Comité de Emergencias. Este comité estará preparado no sólo para un atentado, sino también para cualquier eventualidad que pudiera suceder: desde un desperfecto en un ascensor, hasta la rotura de un caño de agua.
Durante el evento, habrá hospitales de campaña de atención primaria donde prestarán sus servicios médicos, cirujanos, traumatólogos y clínicos.
Un tema a solucionar es la cantidad de ambulancias disponibles en los hospitales. Por ejemplo, el Hospital Interzonal de Agudos de Mar del Plata tiene solo 3 vehículos. Ante la situación de que no se pueda cubrir la atención, básica la municipalidad tiene ya previstos contratos con empresas de ambulancias privadas.
Tras estos megaoperativos, tanto el de seguridad como el de emergencia, muchas personas que viven en las zonas de los hoteles donde se alojarán los participantes de la Cumbre, necesitarán acreditaciones para circular por el lugar. Los vehículos también deberán estar previamente identificados.
Existen rumores de que los boliches de la zona no abrirán hasta que culmine el operativo, el cual durará aproximadamente una semana.
Cristina E. Mancín
Departamento de Sociedad y Movimientos Sociales
Fuentes:clarín.com; infobae.com./ Semanario El Marplatense nº 16./ Terra.com
