Robson Silva Macedo, profesor de Educación Religiosa; Marco Aurélio Berao, de Biología, y Gilmar Guedes, de Filosofía, en el Colegio Estadual Brigadier Schorcht de Río de Janeiro, partieron el 3 de enero desde esa ciudad, pasaron por Uruguay, de allí por la Argentina hasta Ushuaia, traspasaron la Cordillera hasta Punta Arenas y, de vuelta en territorio nacional, hasta Mendoza, mañana a Córdoba, luego Santa Fe y finalmente regreso a casa. En total, completarán alrededor de 22.000 kilómetros.

Todo ello, a bordo de un auto Mercedes Benz 180D Ponton modelo 59, cuyo motor fue reacondicionado para funcionar con aceite comestible usado (de fritura) y biodiesel, en un proyecto denominado “Jornada da Estrela” (Viaje de la Estrella) e inspirado en el lema “Peor que no terminar un viaje es nunca partir”, de Amyr Klink.

 “El objetivo fundamental de esta iniciativa -dijo Gilmar Guedes, el que mejor domina el español de los tres- es motivar a nuestros alumnos a que no se limiten a reproducir conocimientos sino a producir nuevos conocimientos. La experiencia en el uso del combustible es una consecuencia de ese objetivo, para enseñarles que se pueden resolver los problemas. Lo nuestro es un gesto orientado a trabajar con nuestros alumnos en pos de que haya cambios en la educación”.

La idea es, al culminar la experiencia, elaborar un videodocumento, registrando las diversas etapas de la expedición y divulgar las conclusiones tanto en el establecimiento educativo como a través de su blog y Facebook, para que alumnos acompañen y contribuyan con el desarrollo del proyecto.

Los alumnos de secundaria se encargaron, durante tres meses, de juntar el aceite que serviría para alimentar el motor del Mercedes, el que fue rescatado de un desarmadero y acondicionado para el viaje.

Tanto Guedes como Silva Macedo y Berao agradecieron una y otra vez la hospitalidad y el afecto que han recibido a lo largo de la travesía y, especialmente, en Mendoza. El apoyo institucional del Gobierno de Río de Janeiro, de la Facultad Internacional Signorelli, del Consulado General de Brasil en Mendoza, de la Universidad Nacional de Cuyo y de la Intendencia de Mendoza. Y también, el apoyo económico de distintas empresas brasileñas y mendocinas, que les permitió afrontar un nivel de gastos que rondan los 25.000 reales.

La Universidad Nacional de Cuyo estuvo representada en la presentación por el decano de la Facultad de Ingeniería, Marcelo Estrella Orrego. “Estamos -expresó el funcionario al saludar a los visitantes- frente a un sueño que se hace realidad, y que se enmarca en la búsqueda de nuevas fuentes de energía. Estas nuevas fuentes no van a reemplazar al petróleo, pero van a coexistir cada vez más. Por eso es crucial articular proyectos de investigación y de experiencias. El aceite natural no sólo puede ser una fuente para los vehículos sino también para los motores fijos”. En ese sentido, indicó que “vamos a ir trabajando con los profesores para profundizar los conocimientos”.

El secretario de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ingeniería, Hugo Martínez, indicó al respecto que ya existe un convenio entre la UNCuyo y la Facultad Internacional Signorelli para trabajar en conjunto en el desarrollo del Proyecto de Biodiesel de la Facultad.

Al dar la bienvenida a sus compatriotas, el cónsul general de Brasil, Sergio Couri, puso de relieve “el proyecto ambientalista” de los docentes, que los convierte en “testigos de una experiencia que tendrá resultados futuros inmediatos y mediatos”, especialmente en la producción de “nuevos contenidos pedagógicos que motiven a los estudiantes secundarios a que se interesen en la preservación del ambiente y los recursos naturales”.

Couri agradeció especialmente a Paulo Bitar, funcionario del Consulado que tuvo a su cargo la organización del paso de los tres docentes por Mendoza, junto con la directora del Instituto de Integración Latinoamericana de la UNCuyo, María Emilia Ortiz.

Finalmente, la secretaria de Hacienda, Turismo y Desarrollo Económico de Mendoza, Sandra Tenerini, dio la bienvenida a los expedicionarios resumiendo el espíritu que los anima al destacar el principio de “nada se desecha, todo se recicla”. Igualmente, puso de relieve el valor pedagógico del proyecto ”tan importante para nuestros niños”.

También hizo hincapié en el valor de la integración que debe animar a estas iniciativas, porque “como MERCOSUR”, y “nos tenemos que hermanar, aunque estemos en competencia, con Río de Janeiro” (en el certamen internacional de “ciudad maravillosa”).

Toda la actividad se vio enriquecida por el interés de gran cantidad de personas que se acercaron a conocer a los tres docentes y los detalles de su experiencia, y que además se deleitaron con la música del dúo de BoaFesta, Paulo Vieyra Rey y Ariel Vieyra, y el baile de Erica Quiroga, que le pusieron el ritmo, el sabor y la identidad brasileña al encuentro.