Gonzalo Marroquín, titular de la Comisión de Libertad de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) con sede en Miami, formuló la reclamación al presidente Vicente Fox Quesada en una carta por los sucesivos abusos contra la libertad de expresión ocurridos en México.
El más reciente ocurrido el viernes 8 de abril al director y propietario del diario “La Opinión”, de Poza Rica, Raúl Gibb Guerrero, asesinado a balazos por cuatro sicarios que lo interceptaron cuando llegaba a su domicilio.La semana anterior a este suceso, la reportera radiofónica Guadalupe García, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, recibió nueve impactos de bala y se encuentra grave.
Añadió la SIP que "autoridades indican como punto común de ambos casos la denuncia que los periodistas hicieron sobre cárteles del narcotráfico y redes de corrupción". Además requirió agilizar la búsqueda del periodista Alfredo Jiménez Mota, de 26 años, del diario El Imparcial de Hermosillo, desaparecido el sábado 2 de abril. "Se teme que su desaparición esté vinculada a sus más recientes artículos en los que reveló información sobre planes de narcotraficantes para asesinar a funcionarios públicos, así como vínculos de la Policía local con grupos delictivos".
Marroquín reiteró su preocupación sobre la serie de delitos contra periodistas y exhortó a las autoridades a no permitir que estos atentados queden impunes.
Por otra parte, la Sociedad Interamericana de Prensa condenó la muerte del periodista haitiano Laraque Robenson, de 25 años de edad, reportero de Tele Contact, y pidió encontrar y castigar a los responsables. Robenson fue baleado en medio de un fuego cruzado de militares y manifestantes callejeros, cuando cubría esa información desde el balcón de la estación donde trabajaba.
Finalmente, al cumplirse el tercer aniversario de los hechos, la SIP recordó que permanece aún impune la muerte del reportero gráfico Héctor Tortoza, del Diario 2001, de Caracas, Venezuela. El comunicador cubría los eventos del 11 de abril del 2002, previos a un frustrado golpe de Estado.
En una editorial de Celmex de México se preguntan ¿Hasta dónde puede llegar la ética profesional? Ya que cuando un periodista ha dicho no al soborno, las amenazas son el medio de presión consiguiente, al no obedecer a ellas y se pública algo que a "alguien" no le parece, el asesinato es el platillo favorito de los incómodos.
Por otro lado, en una entrevista hecha a Arthur Ochs Sulzberger Jr. editor de The New York Times por la Nación el pasado 12 de abril se le pregunta sobre la libertad de prensa y el dice: “en algunos lugares mejora la situación y en otros se complica, en América Latina hay más libertad de prensa hoy, aunque por supuesto que varía. Ahora mismo, en su país, la Argentina, está sufriendo bajo el actual liderazgo. Cuba, está claro, no ha mejorado en cuarenta años, y en los Estados Unidos tenemos nuestros problemas con el gobierno. Pero insisto: siempre ha habido mayores o menores problemas. La presión sobre el periodismo va y viene y, de a poco, la situación mejora. Pero jamás será perfecta.”
Respecto de los cuestionamientos hacia la situación cubana, convendría recordar que la SIP tiene sede en Miami, centro neurálgico de las operaciones anticastristas.
Claro que la libertad de prensa tiene momentos variables que se ven modificados con los movimientos sociales y políticos de cada país, pero que mejoran en el general, pues se filtran algunas informaciones que “no se deben saber”.
La editorial Celmex, pone en palabras claras una situación clave en cuanto a lo que sucede con la prensa, donde la tensión puede llegar a un nivel tal que ataque hasta la integridad del ser humano y su muerte, esto es silenciar hasta que no exista un un halo de vida que pueda propagar palabras que intervengan con los intereses particulares.
Victoria Alós
Dpto: Escenarios Latinoamericanos
