La Ballena Franca Austral es la más emblemática de nuestro país, mide entre 14 y 16 metros y pesa alrededor de 50 toneladas. Como su nombre lo indica (austral) su población mundial se encuentra en el Hemisferio Sur. Se reparten entre las costas de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Península de Valdés (pcia. De Chubut). Hoy en día se calcula que existen entre 3000 y 4000 ejemplares en todo el mundo, número muy poco significativo si tenemos en cuenta que se calcula que en el 1600 rondaba los 200.000
La causa de la abrupta disminución de este habitante de los mares es la caza indiscriminada que se realizó en los siglos anteriores que casi lo llevaron al exterminio. La Ballena Franca era muy apreciada entre los cazadores, las razones de su matanza fueron varias: sus hábitos costeros que permitían su fácil localización, la lentitud de su desplazamiento y, principalmente por su rendimiento de aceite y por sus largas barbas utilizadas para armar prendas femeninas y resortes de relojes.
La baja de esta especie alertó a los organismos y los llevó a tomar medidas en el asunto. Es así que desde el año 1935 la ballena Franca está protegida, dicha protección se reiteró en 1946 cuando se formó la “Comisión Ballenera Internacional” (CBI).
En nuestro país , la Ballena Franca Austral es la única especie declarada Monumento Natural de la Nación que es la máxima protección legal que el país puede darle a lo poco más de 500 ejemplares que habitan en la Península de Valdés .
La matanza que casi exterminó a estas ballenas a de parecernos irracional pero asombra aún más si tenemos en cuenta que la totalidad de los productos que se extraen de ellas tienen sustitutos en la tierra .Por suerte, gracias a las leyes de protección sancionadas en los últimos años, se ha producido un paulatino crecimiento del número de ballenas (en 1985 la población que visita la Península de Valdés era de 250).
Hoy en día la ballena Franca se recupera, su población ha crecido pero su futuro no está asegurado. Son muy vulnerables al deterioro de su hábitat que se encuentra amenazado por el tráfico naval, la explotación petrolera y la contaminación de los mares.
Elisa Silvana Luján
Silvana7lujan@hotmail.com