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Mortalidad infantil: la visión de los que la combaten

El aumento los índices en de la Tasa de Mortalidad Infantil abrió la polémica en Mendoza. En el 2004 murieron 78 niños más que en el 2003. Entre los números fríos que dieron a conocer la Provincia y la Nación, está el trabajo de la comunidad educativa y sanitaria del Barrio Campo Papa de Godoy Cruz que redujo las cifras a cero.

15 de abril de 2005, 06:31.

Los índices dados a conocer por el Gobierno de Mendoza marcaron un aumento del 2,4 por mil en la mortalidad infantil. En el 2003 la tasa fue del 11 por mil y en el 2004 de un 13,4. O sea, que si cada 1000 nacidos en el 2003 fallecieron 11, en el 2004 la cifra trepó a un promedio entre 13 y 14 pequeños muertos. En el país, en cambio, las estadísticas de la tasa de mortalidad infantil disminuyeron: del 16,5 cada mil nacidos vivos en el 2003 se bajó a 15 por mil en el 2004.

Para combatir las cifras que dio a conocer el Gobierno, Liliana Zabala, directora del Jardín Maternal “Arco Iris” ubicado en el Barrio Campo Papa, contó a Agencia Taller que realizan un trabajo de nutrición con las embarazadas “para que puedan parir niños en buenas condiciones. Acá han llegado chicos con bajo peso, algunos con grados de desnutrición, pero el régimen de ingesta de 3 comidas, ha logrado revertir la situación”. Zabala agrega que “todo nivel de desarrollo neuronal tiene que ver no solamente con el estímulo externo, el afecto, el ambiente familiar, las buenas relaciones, el vínculo; sino también con la alimentación adecuada”.

Desde hace 12 años, el jardín “Arco Iris” trabaja en una comunidad de casi 1100 personas donde atienden a 380 chicos que van desde los 45 días a los 18 años. Gracias a su esfuerzo no han tenido casos de mortalidad infantil.

En el Campo Papa el 90% de la población es indigente. La mayoría vive de la basura y de los planes jefes/as de hogar de mínimos $150 que entrega el Estado. La zona es considerada una de las más pobres de Mendoza, y es por eso que la comunidad educativa y sanitaria gestiona varias iniciativas dentro de las cuales se encuentran el Programa Provincial de Nutrición (PPN); el Programa de Servicio Educativo de Origen Social (SEOS) con la Dirección General de Escuelas y el Centro de Apoyo Educativo (CAE), además del comedor. Las críticas hacia el rol del Estado no se hacen esperar. Los profesionales afirman que las campañas que llegan a la zona están mal dirigidas y las políticas de salud no tienen continuidad.

El trabajo en el Centro de Salud Nº 4 “Los Glaciares” es igual de intenso. Allí 17 profesionales atienden a 50 niños por día y un total de 10 mil pacientes al año. Si bien los programas de ayuda como el plan Nutrivale están en marcha, el problema es que son escasos y no se trabaja en conjunto con los hospitales. “Con la leche, a veces nos pasa que tenemos 600 niños y nos mandan sólo 400 kilos”, sostuvo a Agencia Taller una integrante de la comunidad médica.

Zabala destacó el esfuerzo que realiza la comunidad para mejorar las condiciones de vida y por eso concluyó a manera de sentencia: “esto termina tirando por tierra el pensamiento que la gente es pobre porque quiere. Se termina rompiendo este mito de que viven así por que quieren. A la gente el sistema le gana por cansancio. Si el Estado mandara sus técnicos a los barrios y trabajara más articuladamente con las ONGs o el Tercer sector de la zona, sería distinto”. Y finalizó: “Creo que hay muchas instituciones que están ayudando a revertir esto, por ahí hay que apuntalar a eso, necesitamos que el Estado apoye a las instituciones, que nos acompañe ya que nosotros acompañamos al Estado a resolver estos problemas”.

Belén Faiozzo

faiozzo@belen.net.ar

Departamento de Política

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