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Movimientos sociales: Reactivación del reclamo popular

Las puebladas fueron el fenómeno que movilizó a la clases populares en los ‘90. En la actualidad renacen las reminiscencias del pasado

28 de abril de 2005, 20:47.

Es importante recordar el fenómeno que reactivó en nuestro país la faceta combativa del sector obrero de los ‘90. Las “puebladas” como se las denominó a estas movilizaciones, son la reivindicación de los movimientos sociales históricos, en especial los de los 60-70. Estas movilizaciones abren un nuevo período de lucha popular, la cual sufría un retroceso por la pasividad de los años anteriores al Santiagueñazo (1993) levantamiento de obreros y ciudadanos comunes que motivó el surgimiento de las puebladas de todo el país.

Este hecho constituyó la punta para la reactivación de la lucha popular en todo el país y a través de diversos sectores, entre ellos, jubilados, mujeres y particularmente obreros. El reclamo era extensivo a todos: aumento en los salarios, y lucha contra los intentos patronales de racionalizar los despidos. El punto de inflexión, lo constituyó el levantamiento de Cutralcó y Plaza Huincol, donde se manifestaron alrededor de 20.000 personas.

Uno de los aspectos importantes de estos movimientos es el hecho de no ser motivados por líderes políticos sino por gente común perteneciente a los sectores afectados. El contexto que vio nacer estos movimientos se remonta al gobierno de Menem, quien con sus políticas de privatización de empresas nacionales a manos extranjeras, monopolización y corrupción en los tres poderes, trajo como consecuencia un estado sumergido en la miseria, hambre y el  aumento de pobreza. Aquella Argentina conformó el escenario ideal para el estallido social con características de las Puebladas.

Los protagonistas de las “puebladas” adquirieron una elevada forma de organización tanto para la lucha sino también como centro de toma de decisiones políticas, representados en la figura del piquetero. Los piqueteros elegían representantes con mandatos revocables que dirigieron la lucha y actuaron como voceros.

En contrapartida el gobierno  movilizó gran cantidad de fuerza represiva proveniente de la policía y gendarmería. Los diversos enfrentamientos arrojaron numerosas muertes como la de Teresa Rodríguez, en la movilización estudiantil y docente de 1996, en Neuquén. El surgimiento de este control  paralelo a las instancias gubernamentales suscitó la violencia y el rechazo del gobierno de turno.

Los actores de estos movimientos adquirieron un grado de identificación con los movimientos de las décadas anteriores, incluso, llegaron a constituirse en representaciones sociales similares a las del proceso de emancipación americana del siglo pasado; un ejemplo la identificación de las asambleas populares con las deliberaciones del Congreso de 1816 que declaró la independencia Argentina.

Las puebladas desbordaron las esferas políticas. Se constituyeron en el camino más seguro de lucha, desde el punto de vista popular, contra la hegemonía política –económica que debilitó a la clase obrera del país. Fomentando y orientando un fenómeno que por sus características se extendió y perduró como alternativa de lucha civil de la mayoría de los sectores productivos argentinos.

Desde 1993, las pobladas reflejan las manifestaciones de un sector de la sociedad, que en algunos casos se llevó a cabo en forma violenta y otras no, pero siempre unidas al un reclamo constante que no es escuchado por la dirigencia política.

 

Verónica Zabala

patriciavz@yahoo.es

Departamento de Sociedad y Movimientos Sociales

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